Sal. 19; Jer.
31:27-34; 2ª Tim. 3:14-4:5; Lucas 18:1-8
Sal.
19: 1 El cielo
proclama la gloria de Dios; de su
creación nos habla la bóveda celeste. 2 Los días se lo cuentan entre sí; las
noches hacen correr la voz. 3 Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz
alguna, 4 su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo.
Allí Dios puso un lugar para el sol, 5 y este sale como un novio de la
habitación nupcial, y se alegra como un
atleta al emprender su camino. 6 Sale el sol por un lado del cielo y da la
vuelta hasta llegar al otro, sin que nada pueda huir de su calor. 7 La
enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es
fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. 8 Los preceptos del Señor son
justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y
llena los ojos de luz. 9 El temor del Señor es limpio y permanece para siempre.
Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos, 10 ¡Son de más
valor que el oro fino!, ¡Son más dulces que la miel del panal! 11 Son también
advertencias a este siervo tuyo, y le es
provechoso obedecerlas. 12 ¿Quién se da cuenta de sus propios errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas!
13 Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así
seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado. 14 Sean aceptables a tus
ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío.
Jer. 31:27-34: 27 El Señor afirma:
“Vendrá un día en que haré que hombres y animales abunden en Israel y en Judá.
28 Y así como estuve atento para arrancar, derribar, echar abajo, destruir y
causar daños, así también estaré vigilante para construir y plantar. Yo, el
Señor, lo afirmo. 29 “En aquel tiempo no volverá a decirse: ‘Los padres comen
uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes.’ 30 Porque será que a
quien coma uvas agrias, a ese se le destemplarán los dientes. Cada cual morirá
por su propio pecado.” 31 El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré una nueva
alianza con Israel y con Judá. 32 Esta alianza no será como la que hice con sus
antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos
quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo
afirmo. 33 Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi
ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi
pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros,
amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos,
desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su
maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.”
2ª
Tim. 3:14 - 4:5: 14 Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual
estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. 15 Recuerda que desde niño
conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la
salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura está inspirada
por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida
de rectitud, 17 para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente
preparado para hacer toda clase de bien. 4:1 Delante de Dios y de Cristo Jesús,
que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo
mucho 2 que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun
cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. 3
Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza;
más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que solo
les enseñen lo que ellos quieran oir. 4 Darán la espalda a la verdad y harán
caso a toda clase de cuentos. 5 Pero tú conserva siempre el buen juicio,
soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu
trabajo.
S.
Lucas 18:1-8 1 Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar
siempre, sin desanimarse. 2 Les dijo: “Había en un pueblo un juez que ni temía
a Dios ni respetaba a los hombres. 3 En el mismo pueblo había también una viuda
que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario.
4 Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto a
los hombres, 5 sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a
defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.’ ” 6 Y el Señor
añadió: “Esto es lo que dijo el juez malo. 7 Pues bien, ¿Acaso Dios no
defenderá también a sus escogidos, que
claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? 8 Les digo que los defenderá sin
demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿Encontrará todavía fe en la
tierra?”
El reto que se nos lanza hoy es el
siguiente: Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿Encontrará todavía fe en la
tierra?
¿Qué responderemos c a d a u n o
de nosotros? La invitación de
DIOS es a creerle a Su Palabra, porque...
1.
La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida.
a.
{Jesús les contó una
parábola} para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse.
b.
{Pablo a Timoteo:} “Recuerda
que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y
llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.”
c.
Jesús mismo es el
Logos, la “Rhema” de DIOS; La Palabra Viva de DIOS; la Encarnación de DIOS, La
Revelación del Propósito de DIOS. Por
eso es que se nos pide que seamos colaboradores, continuadores, seguidores,
creyentes, devotos, adeptos, alumnos, embajadores, ministros, discípulos,
siervos de Jesucristo. Se nos pide, se
nos llama a ser continuación de Su Obra Redentora en la Tierra. Se nos llama a ser “encarnaciones” (con letra
minúscula) del Espíritu de DIOS. Por eso
es que Jesús le dice a Nicodemo que hay que nacer “de Arriba.” Por eso es que cuando Cristo se despide de
sus discípulos, para ascender al Cielo a ocupar Su Lugar en el Trono, les dice:
“Pero ustedes, quédense aquí, en Jerusalén, hasta que sean investidos del Poder
que viene de Arriba.” ¡Somos de
Arriba! ¡Para la Gloria del de
Arriba! ¡Hemos recibido el Espíritu
Santo de Arriba para el bien de todos!
¡Hemos recibido PODER para enseñar VIDA! ¡Aleluya!
d.
Por eso es que hemos
estudiado que UNO de los Propósito de una Vida en Cristo es que SEAMOS COMO
CRISTO. Que seamos Su continuidad, Su
persistencia, Su repetición, Su prolongación, Su secuencia y Su
consecuencia. ¡Aleluya!
e.
Por tanto, la
invitación de DIOS es a creerle a Su Palabra VIVA que salva vidas, que restaura
vidas, que reconcilia vidas con DIOS.
2.
El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre
sencillo.
a.
{Pablo a Timoteo: Recuerda que...} “Toda Escritura está
inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar
en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y
completamente preparado para hacer toda clase de bien.”
3.
Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al
corazón.
a.
{Jesús dijo:} “¿Acaso Dios no defenderá también a sus escogidos,
que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin
demora.” La viuda recibió lo que
pedía; lo recibió con alegría y con gozo.
Igualmente el padre recibió con gozo a su hijo que regresó. Con tanta alegría recibió DIOS a Su Hijo que
retornaba a Su Casa.
4.
El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de
luz.
a.
¿Queremos ver la Gloria de DIOS manifestada en nuestras
vidas? Cristo es la Luz que ilumina
nuestro caminar. La Palabra Viva es
lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino.
5.
El temor del Señor es limpio y permanece para siempre.
6.
Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son
justos, ¡Son de más valor que el oro fino!, ¡Son más dulces que la miel del
panal!
7.
{Los decretos del Señor...} Son también advertencias a
este siervo tuyo, y le es provechoso
obedecerlas.
Por todas estas razones, y por muchas
mas, nos conviene recordar el Nuevo Pacto, sellado con precio de Sangre
Preciosa: Dijo DIOS: “Esta será la alianza (o pacto) que haré con Israel (La
Iglesia) en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su
mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. Ya no será necesario que unos a otros, amigos
y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el
más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no
me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.”
¡Aleluya! ¡Gloria a DIOS!
Amigo
No hay casualidad... Ese
Amigo es DIOS.
- ¿Alguna
vez te has sentado por allí y de repente sientes deseos de hacer algo agradable por alguien a
quien le tienes cariño? ESE ES DIOS... que te habla a través del Espíritu
Santo.
- ¿Alguna
vez te has sentido derrotado, nadie parece estar alrededor tuyo para
hablarte y de repente sientes que alguien llega? ESE ES DIOS... Él quiere
hablar contigo.
- ¿Alguna
vez has estado pensando en alguien a quién amas y no has visto por largo
tiempo y lo próximo que pasa es verlo o recibir una llamada de esa
persona? ESE ES DIOS... no existe la casualidad.
- ¿Alguna
vez has recibido algo maravilloso que ni siquiera pediste? ESE ES DIOS... que conoce los secretos
de tu corazón.
- ¿Alguna
vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo
se iba a resolver y de pronto todo queda resuelto sin darte cuenta? ESE ES
DIOS... que toma nuestros problemas en sus manos les da solución.
- ¿Alguna
vez has sentido una inmensa tristeza en el alma y al día siguiente la
tristeza ha pasado? ESE ES DIOS...
que te dio un abrazo de consuelo y te dijo palabras dulces.
- ¿Alguna
vez te has sentido tan cansado de todo, al grado de querer morir y de
pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar? ESE ES DIOS... que te cargó en sus
brazos para darte descanso.
- ¿Alguna
vez has sentido que tienes tantos problemas y las cosas ya se están
saliendo de su cauce y de pronto un día todo está resuelto? ESE ES DIOS... que tomó todas las cosas
y las puso en su lugar.
Todo es tan sencillo
como....PONERSE EN MANOS DE DIOS... ¿Piensas que este mensaje fue proclamado
accidentalmente?... FUE DIOS...que
recordó que estás aquí, que eres Su Amigo(a).
Nota a LC. 18:1-8: El juez injusto.
Esta parábola no enfatiza la comparación de Dios con el juez injusto, sino
destaca el contraste. Probablemente, la mujer estaba presentando un asunto
financiero al juez y él se negaba a escuchar porque estaba esperando un
soborno; ella era demasiado pobre para pagar y su única arma era la
insistencia. Si aun un juez que no honra las leyes de Dios y el hombre puede ser
inducido a actuar por los clamores incesantes de una viuda, cuánto más actuará
Dios para levantar a su pueblo cuando clamen a él.
En el v. 7 sus escogidos son
aquellos que han oído su llamado y han respondido a él. Aquí hay una situación
de persecución y desean que Dios muestre que ellos están en el buen camino.
Claman: “Venga tu reino.” ¿Les hará esperar? sugiere que Dios puede dar
la impresión de alguien intratable que no responde a las oraciones, pero
ciertamente él contestará sus oraciones sin que la necesidad llegue al extremo.
Levantará prontamente a su pueblo. La cuestión realmente vital que se encuentra
aquí no es si Dios responderá a la oración, sino si ellos serán un pueblo fiel
que ha perseverado en la oración y no ha perdido la esperanza cuando llegue el
Hijo del Hombre. La parábola es esencialmente un estímulo para seguir
en oración sin perder las fuerzas a través de los tiempos difíciles de la
espera antes que llegue el Hijo del Hombre.
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