lunes, 28 de octubre de 2013

Sermón que hubiese predicado el 27 de octubre de 2013

Sermón: “El tipo de siervo y la sierva que agrada a DIOS y El premio que DIOS da a sus siervos y siervas”

Textos Bíblicos:
Salmo 65 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas}
1 Oh Dios de Sión, ¡Tú eres digno de alabanza!, ¡Tú mereces que te cumplan lo prometido, 2 pues escuchas la oración! Todo el mundo viene a ti. 3 Nuestras maldades nos dominan, pero Tú perdonas nuestros pecados. 4 Feliz el hombre a quien escoges y lo llevas a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. ¡Que seamos colmados con lo mejor de tu casa, con la santidad de tu templo! 5 Dios y Salvador nuestro, tú nos respondes con maravillosos actos de justicia; la tierra entera confía en ti, y también el mar lejano; 6 tú mantienes firmes las montañas con tu poder y tu fuerza. 7 Tú calmas el estruendo de las olas y el alboroto de los pueblos; 8 aun los que habitan en lejanas tierras tiemblan ante tus maravillas; por ti hay gritos de alegría del oriente al occidente. 9 Tú tienes cuidado de la tierra; le envías lluvia y la haces producir; tú, con arroyos caudalosos, haces crecer los trigales. ¡Así preparas el campo! 10 Tú empapas los surcos de la tierra y nivelas sus terrones; ablandas la tierra con lluvias abundantes y bendices sus productos. 11 Tú colmas el año de bendiciones, tus nubes derraman abundancia; 12 los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala; 13 los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡todos cantan y gritan de alegría!

Joel 2:23-32 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
23 ¡Alégrense ustedes, habitantes de Sión, alégrense en el Señor su Dios! Él les ha dado las lluvias en el momento oportuno, las lluvias de invierno y de primavera, tal como antes lo hacía. 24        Habrá una buena cosecha de trigo y gran abundancia de vino y aceite. 25 “Yo les compensaré a ustedes los años que perdieron a causa de la plaga de langostas, de ese ejército destructor que envié contra ustedes. 26 Ustedes comerán hasta quedar satisfechos, y alabarán al Señor su Dios, pues yo hice por ustedes grandes maravillas. Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza, 27 y ustedes, israelitas, habrán de reconocer que yo, el Señor, estoy con ustedes, que yo soy su Dios, y nadie más. ¡Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza! 28 “Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones. 29 También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días; 30 mostraré en el cielo grandes maravillas, y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra. 31 El sol se volverá oscuridad, y la luna como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.” 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor lograrán salvarse de la muerte, pues en el monte Sión, en Jerusalén, estará la salvación, tal como el Señor lo ha prometido. Los que él ha escogido quedarán con vida.

2 Timoteo 4:6-8, 16-18 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
6 Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte. 7 He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. 8 Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa.
16 En mi primera defensa ante las autoridades, nadie me ayudó; todos me abandonaron. Espero que Dios no se lo tome en cuenta. 17 Pero el Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos. Así el Señor me libró de la boca del león, 18 y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial. ¡Gloria a él para siempre! Amén.

Lucas 18:9-14 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
9 Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos  por considerarse justos, despreciaban a los demás: 10 “Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era  fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma {odiado por el pueblo}. 11 El fariseo, de pie, oraba así: ‘Oh Dios, te  doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones,  malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. 12 Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte  de todo lo que gano.’ 13 Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba  el pecho y decía: ‘¡Oh Dios, ten compasión de mí,  que soy pecador!’ 14 Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo,  pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.


El discípulo humilde (el que se humilla) y el fariseo orgulloso (el que a sí mismo se engrandece):
1.Cuando un discípulo humilde comete un error, dice: "¡Yo me equivoqué!"   Cuando un fariseo orgulloso comete un error, dice: "No fue mi culpa."
2. Un discípulo humilde trabaja duro y siempre tiene más tiempo.  Un fariseo orgulloso está siempre "muy ocupado" para hacer lo que es necesario.
3. Un discípulo humilde enfrenta y supera los problemas.  Un fariseo orgulloso da vueltas y nunca consigue resolverlos.
4. Un discípulo humilde se compromete.  Un fariseo orgulloso hace promesas.
5. Un discípulo humilde dice: "Yo soy bueno, sin embargo no tan bueno como me gustaría ser."  Un fariseo orgulloso dice: "Yo no soy tan malo como tantos otros."
6. Un discípulo humilde escucha, comprende y responde.  Un fariseo orgulloso solo espera una oportunidad para hablar.
7. Un discípulo humilde respeta aquellos que son superiores a él y trata de aprender algo con ellos.   Un fariseo orgulloso resiste aquellos que son superiores a él y trata de encontrar sus defectos.
8. Un discípulo humilde se siente responsable por algo mas que solo su trabajo.  Un fariseo orgulloso no colabora y siempre dice: "Yo solo hago mi trabajo."
9. Un discípulo humilde dice: "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."  Un fariseo orgulloso dice: "Esta es la forma que siempre lo hicimos."
Por eso Jesús dijo: “El que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.”
El alcance de la salvación
El tema general de esta sección del evangelio es el ofrecimiento de la salvación a quienes normalmente se verían excluidos de ella.  Dos ejemplos son: El fariseo y el cobrador de impuestos.  Como la parábola anterior (viuda que pedía sin cesar), esta parábola  trata también sobre la oración, aunque realmente trata de otro tema más profundo.  Las dos oraciones, hechas por estos dos hombres, reflejan dos tipos de carácter. 
1.          El fariseo era un hombre piadoso, que vivía en forma honesta y correcta.  Hacía más de lo que requería la ley.  Ayunaba dos veces a la semana —los lunes y jueves— aunque la ley requería que se hiciera una vez al año en el día de la expiación.  Daba diezmos de todos sus ingresos y no sólo de aquello que era requerido.  Pero se colocó de pie para orar en un lugar prominente, felicitándose a sí mismo por su piedad (su oración siempre subraya el “yo”), despreció a sus prójimos y sugirió a DIOS que no había nada que necesitase. 
2.          En contraste, el cobrador de impuestos se mantenía lejos del lugar santo en el templo.  No se atrevía a levantar los ojos y menos aun las manos en oración delante de DIOS, sino que simplemente derramó una confesión de su pecaminosidad y clamó por la misericordia de DIOS. 
El veredicto de Jesús fue que el publicano que se humilló volvió a su casa justificado, o sea aceptado por DIOS, pero el fariseo no lo fue en modo alguno.
Por esta razón, podríamos concluir que esta parábola es otra demostración de la preocupación de Jesús por los “desposeídos”.  Estaba en Su Carácter y, por lo tanto, debe estar en el nuestro (porque fuimos creados para ser como CRISTO.)  DIOS siempre está listo para recibir a los injustos cuando claman a Él, pero cierra sus oídos a aquellos cuyo orgullo en sus prácticas religiosas y buenas obras les hace sentir autosuficientes, autojustificados.
Sin duda, había muchos fariseos buenos, con buenas intenciones, y por lo tanto, es erróneo englobarlos a todos y condenarlos, pero también es cierto que había (y todavía hay) gente como el fariseo que es retratado aquí y que había (y todavía hay) oraciones de ese tipo.  Jesús fue clarísimo:  “El que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.”
La palabra de DIOS (que permanece para siempre) leída para el día de hoy (día que no se repetirá jamás) es clarísima también:  DIOS bendice (exalta, engrandece) a los humildes, a los que se humillan, como Jesús.  Este es el tipo de siervo y sierva que agrada a DIOS.  Y estos son algunas de las bendiciones que da DIOS a sus siervos y siervas:
Tomado del Salmo 65:
1.          DIOS escucha nuestra oración.
2.          DIOS perdona nuestros pecados.
3.       Feliz el ser humano a quien DIOS escoge y lo lleva a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. Somos colmados con lo mejor de tu casa, con la santidad de tu templo.
4.          DIOS responde con maravillosos actos de justicia
5.      DIOS mantiene firmes las montañas con Su poder y Su fuerza. 
6.          DIOS calma el estruendo de las olas y el alboroto de los pueblos
7.          Gracias a DIOS hay gritos de alegría del oriente al occidente.
8.          DIOS tiene cuidado de la tierra; le envía lluvia y la hace producir; DIOS, con arroyos caudalosos, hace crecer los trigales. ¡Así prepara el campo! DIOS empapa los surcos de la tierra y nivela sus terrones; ablanda la tierra con lluvias abundantes y bendice sus productos.
9.          DIOS colma el año de bendiciones, Sus nubes derraman abundancia; los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala; los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡Todos cantan y gritan de alegría!
Tomado de Joel 2:23-32 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}:
¡Alégrense ustedes, habitantes de Sión, alégrense en el Señor su DIOS!  Él les ha dado las lluvias en el momento oportuno, las lluvias de invierno y de primavera, tal como antes lo hacía. Habrá una buena cosecha de trigo y gran abundancia de vino y aceite.  “Yo les compensaré a ustedes los años que perdieron a causa de la plaga de langostas, de ese ejército destructor que envié contra ustedes.  Ustedes comerán hasta quedar satisfechos, y alabarán al Señor su Dios, pues yo hice por ustedes grandes maravillas. Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza, y ustedes, israelitas, habrán de reconocer que yo, el Señor, estoy con ustedes, que yo soy su Dios, y nadie más. ¡Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza! “Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones. También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días;  mostraré en el cielo grandes maravillas, y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra.  El sol se volverá oscuridad, y la luna como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.” 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor lograrán salvarse de la muerte, pues en el monte Sión, en Jerusalén, estará la salvación, tal como el Señor lo ha prometido. Los que él ha escogido quedarán con vida.
Tomado de 2 Timoteo 4:6-8, 16-18 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}:
1.          Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa.
2.          El Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos.
3.          El Señor me libró de la boca del león, 18 y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial.
¡Gloria a DIOS para siempre!  ¡Amén!
LLAMADO:  ALGUNAS COSAS QUE DIOS NUNCA TE PREGUNTARÁ:
1. Dios no te preguntará qué modelo de carro usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste en él.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5. Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.
DIOS no acusa; solo te pide que prediques con el ejemplo y que seas humilde; si tienes que usar palabras, usa palabras de fe y de aliento.

Este es el tipo de siervo y sierva que agrada a DIOS:  Aquellos y aquellas que procuran que DIOS desarrolle en ellos y ellas el carácter de CRISTO.  ¿Habrá algún Amén en La Casa de DIOS?

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