miércoles, 30 de octubre de 2013

Sermón: La Reforma Protestante

Sermón: La Reforma Protestante
Pastor Juan G. Feliciano-Valera Iglesia Metodista de Puerto Rico
Sal. 107:1-7, 33-37; Josué 3:7-17; 1 Tes. 2:9-13; Mateo 23:1-12

INTRODUCCIÓN ¿Alguna vez nos hemos puesto a pensar: Quién nos liberó de nuestra angustia? ¿Quién nos salvó de nuestra desesperación? ¿Quién se puso en medio nuestro para librarnos de la muerte segura? ¿Quién nos permitió pasar por la tormenta y sobrevivirla? ¿Quién fue? ¿Quién?

Fue CRISTO, el Verbo Encarnado, La Palabra Viva, el Rhema de DIOS, el Logos viviente, el Pensamiento de DIOS hecho uno como nosotros. ¡Aleluya!  ¿Ustedes recuerdan la anécdota del granjero que una noche fría se dio cuenta que los pajaritos querían entrar a su cocina, en donde había luz y calor y protección, pero que no podían porque las ventanas estaban cerradas por el frío? Aquel hombre hizo todo lo posible, pero cada vez que se acercaba a abrir las ventanas, los pajaritos huían con temor.  Se puso las botas de nieve, salió afuera y trató de abrir el almacén, prendió las luces, pero los pajaritos lo habían visto y tuvieron temor.  Luego entró de vuelta a su casa, cansado y con frío y le dijo a su esposa: “¡Si yo pudiera hacerme como un pajarito y decirles por dónde entrar, les salvaría la vida!”

Así hizo CRISTO: le dijo al Padre: “Déjame hacerme como uno de ellos, iré a la Tierra y les mostraré el Camino de la Salvación.”  Y así lo hizo. ¡Aleluya! ¡Por eso estamos tu y yo aquí esta mañana!  Lo único distinto en estas historias es que a CRISTO le costó la Vida y al granjero solo un poco de frío.

Pero, ¿Saben qué? durante mucho tiempo esta historia estuvo oculta, momificada, calcificada, oscurecida por los mercaderes de la Religión.  Por mucho tiempo, esta sencilla y maravillosa historia de Amor estuvo encapsulada dentro de las paredes de los palacios papales y los monasterios.  Fue una época terrible, fue llamada la Edad Oscura.  Se vendía el perdón de los pecados, las indulgencias, para satisfacer el egoísmo de los altas jerarcas de la Religión.  Pero un día, hace muchos años y luego de muchos intentos, se logró abrir Las Escrituras Sagradas y se reveló El Secreto, el misterio que nos ocultaban los privilegiados, los protagonistas, los falsos cabecillas religiosos.

Un día, se reveló el verdadero AMOR de DIOS, Su Gracia superabundante, al abrirse Las Sagradas Escrituras, La Biblia, La Palabra de DIOS.  ENTONCES, el mundo conoció el verdadero amor de DIOS al dar a su único Hijo para salvar a la humanidad toda. ¿Alguien dice Amén?  Esto ocurrió con la Reforma Protestante.  Se abrieron Las Escrituras Sagradas y se reveló El Secreto más escondido: ¡CRISTO ME AMA! ¡CRISTO TE AMA! De hecho, gracias a la Reforma Protestante, podemos leer la Biblia en nuestro propio idioma. Por esa razón nada más, debemos hacer memoria de este día en la Historia de DIOS.

Siempre ha habido (y las hay hoy) personas que nos quieren ocultar el verdadero Amor y la Gracia de DIOS. Hay personas que se encargan de tergiversar el Mensaje de La Cruz, porque, como dice el Apóstol, es “locura para los que se pierden y potencia de DIOS para los que creen.”  

Estos se parecen mucho a los que Jesús llamó: “los que se sientan en la Cátedra de Moisés.”  Los maestros de la ley, fariseos, escribas, intérpretes de la Palabra de DIOS, le añadían lo que ellos creían necesario y ponían cargas que ellos mismos no podían llevar. Por eso, Jesús les advierta a sus discípulos, que cuando hablen de la Ley de Moisés, los escuchen y hagan como ellos les dicen, pero que NO COPIEN SU CONDUCTA.

El Secreto Revelado, El Mensaje es claro, diáfano, claritito: tanto ama DIOS al mundo que dio a Su único Hijo, para que todo aquel que en El crea, no se pierda, mas tenga VIDA ETERNA.  Lo dio para que se hiciera uno como nosotros y nos mostrara el Camino al Padre, al Creador.  El Hijo del Creador, murió para salvar a Sus Criaturas. ¿Amén? ¡Amén!

Se hizo uno, como los humanos, DIOS entre nosotros, con nosotros y para nosotros. 

Quisieron ocultarnos esta verdad por mucho tiempo, pero no pudieron más.  Por eso celebramos un Día de la Reforma Protestante (que ocurrió en el Siglo 16, pero que tiene que repetirse en tu corazón HOY). Tenemos que celebrar tal ocasión, porque gracias a esa Reforma, hombres y mujeres de DIOS se dieron a la tarea de hacer evidente los abusos, los excesos, la traición en contra de la Voluntad de DIOS (agradable y perfecta) de hacernos saber su Mensaje de Amor: “Hay escapatoria del frío, de la muerte, del pecado, de la angustia, de la opresión, de la maldad y del maldito; hay un escape, se llama: Jesús. El es Nuestro Mejor Amigo.


Pero, este mensaje se ocultó por mucho tiempo y se nos contó otra historia.  No crean que ya se terminó La Reforma, no estoy hablando de un pasado antiguo; todavía hoy, en algunos lugares del mundo, se prohíbe leer La Biblia, La Palabra de DIOS.  Yo recuerdo que, cuando fui a Chicago a estudiar en el Seminario Teológico, conocí a una pareja de pastores mexicanos, jóvenes, que fueron destacados a trabajar entre los obreros emigrantes en Indiana. Allí ellos recogían los niños y les daban clases de Biblia y los alimentaban, mientras sus padres trabajan las fincas.  Tan pronto la jerarquía de la Religión se enteró de lo que estaba pasando, que los padres de los niños estaban tan agradecidos que iban a los cultos también, le dijeron a los obreros que la gente que leía la Biblia se volvía loca e iba para el infierno.  Amados: ¡esto fue en el año 1990, en los EUA! ¡Gracias a DIOS eso no pasa en Puerto Rico!

Lo importante para nosotros no es la peleíta con los hermanos cristianos; lo que nos debe interesar a nosotros es comunicar el Mensaje de DIOS a toda criatura de DIOS.  DIOS se hizo UNO, como nosotros, humano, para mostrarnos el camino a la salvación.  ¿Cuántos de nosotros no daríamos hasta la vida por tal de ver a nuestros hijos, padres y demás familiares convertidos y sirviendo a CRISTO?

Por eso, decimos con el Salmista: “Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo y los ha congregado de las tierras, del oriente y del occidente, del norte y del sur. Anduvieron perdidos por el desierto, por soledad sin camino, sin hallar ciudad en donde vivir. Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos. Entonces clamaron a Jehová en su angustia y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que llegaran a ciudad habitable. Volvió el desierto en estanques de aguas y la tierra seca en manantiales. Allí estableció a los hambrientos y fundaron ciudad donde vivir. Sembraron campos y plantaron viñas que rinden abundante fruto.”

¿Habrá alguno aquí que se ha sentido así alguna vez? ¿Habrá alguno aquí esta mañana que sienta deseos de alabar a DIOS por todo lo que ha hecho en su vida?  ¿Nos damos cuenta de que fue DIOS mismo quien nos abrió Las Escrituras para librarnos del poder opresor? La Palabra nos hace libres: Dijo Jesús: “Y conoceréis la Verdad y la Verdad los hará libres.” (Jn. 8:32.)  Su Palabra nos hace libres de la práctica del pecado; ya no somos mas esclavos del pecado; ¡El pecado está MUERTO! Por eso, el Aposto dice en 1 Tes. 2:13: “Por lo cual también nosotros damos gracias a Dios sin cesar, porque cuando recibisteis la palabra de DIOS que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”

¿Cuántos agradecidos se unirán al Coro de DIOS que le alaba aun en medio de las tribulaciones pasajeras, los cantazos que cogemos en esta vida cuando nos chocamos contra los vidrios de las ventanas y las puertas cerradas, cuando hace frío y no tenemos abrigo? ¿Cuántos habrá aquí esta mañana que confiesan que la Palabra de DIOS actúa en ellos y ellas? Yo quiero unir mi voz a esa alabanza. No quiero unirme a la “quejabanza,” sino a la Alabanza a DIOS. ¿Amén?

Cuando DIOS ordenó a Josué a pasar el Río Jordán, DIOS le prometió que iba a estar con él en todo momento. Pero, fíjense la importancia que tiene la Palabra de DIOS para Su Pueblo: Antes de entrar a la Tierra Prometida, Josué dijo a los hijos de Israel: “Acercaos y escuchad las palabras de Jehová, vuestro DIOS.”  Y añadió Josué: “En esto conoceréis que el DIOS viviente está en medio de vosotros, y que él echará de delante de vosotros al cananeo, al heteo, al heveo, al ferezeo, al gergeseo, al amorreo y al jebuseo: El Arca del pacto del Señor de toda la tierra pasará delante de vosotros en medio del Jordán.” Es decir, que DIOS nos dará la victoria sobre todo incircunciso, sobre todo demonio, que venga a entorpecer nuestro paso por esta Tierra bendecida y prometida por el Señor para nosotros.  ¡Vamos a la conquista de la Tierra Prometida! Nuestra Tierra prometida es la Paz de CRISTO, el Amor y la Gracia de DIOS y la comunión con el ESPIRITU SANTO en la Iglesia. Vamos a conquistar nuestros temores y angustias para demostrarle al mundo QUIEN es el que está con nosotros y que TODO lo podemos en CRISTO Jesús, Señor nuestro. ¿Amén? 

Por eso, El Señor nos invita hoy a bendecir, decir bien, Su Palabra, es decir, a obedecerle en todo, porque  “El que es el mayor de vosotros sea vuestro siervo, porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”


El Señor nos invita a servir.  Quizás habrá alguno aquí que desea hacerse como pajarito para enseñarle a otros el Camino de la Salvación, pero quiero advertirles: ese papel, el rol, esa función le corresponde al ESPIRITU SANTO. A nosotros nos corresponde AMAR, AMAR, AMAR; porque, “la mejor forma de servir es amar y la mejor forma de amar es servir.”

lunes, 28 de octubre de 2013

Sermón que hubiese predicado el 27 de octubre de 2013

Sermón: “El tipo de siervo y la sierva que agrada a DIOS y El premio que DIOS da a sus siervos y siervas”

Textos Bíblicos:
Salmo 65 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas}
1 Oh Dios de Sión, ¡Tú eres digno de alabanza!, ¡Tú mereces que te cumplan lo prometido, 2 pues escuchas la oración! Todo el mundo viene a ti. 3 Nuestras maldades nos dominan, pero Tú perdonas nuestros pecados. 4 Feliz el hombre a quien escoges y lo llevas a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. ¡Que seamos colmados con lo mejor de tu casa, con la santidad de tu templo! 5 Dios y Salvador nuestro, tú nos respondes con maravillosos actos de justicia; la tierra entera confía en ti, y también el mar lejano; 6 tú mantienes firmes las montañas con tu poder y tu fuerza. 7 Tú calmas el estruendo de las olas y el alboroto de los pueblos; 8 aun los que habitan en lejanas tierras tiemblan ante tus maravillas; por ti hay gritos de alegría del oriente al occidente. 9 Tú tienes cuidado de la tierra; le envías lluvia y la haces producir; tú, con arroyos caudalosos, haces crecer los trigales. ¡Así preparas el campo! 10 Tú empapas los surcos de la tierra y nivelas sus terrones; ablandas la tierra con lluvias abundantes y bendices sus productos. 11 Tú colmas el año de bendiciones, tus nubes derraman abundancia; 12 los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala; 13 los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡todos cantan y gritan de alegría!

Joel 2:23-32 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
23 ¡Alégrense ustedes, habitantes de Sión, alégrense en el Señor su Dios! Él les ha dado las lluvias en el momento oportuno, las lluvias de invierno y de primavera, tal como antes lo hacía. 24        Habrá una buena cosecha de trigo y gran abundancia de vino y aceite. 25 “Yo les compensaré a ustedes los años que perdieron a causa de la plaga de langostas, de ese ejército destructor que envié contra ustedes. 26 Ustedes comerán hasta quedar satisfechos, y alabarán al Señor su Dios, pues yo hice por ustedes grandes maravillas. Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza, 27 y ustedes, israelitas, habrán de reconocer que yo, el Señor, estoy con ustedes, que yo soy su Dios, y nadie más. ¡Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza! 28 “Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones. 29 También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días; 30 mostraré en el cielo grandes maravillas, y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra. 31 El sol se volverá oscuridad, y la luna como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.” 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor lograrán salvarse de la muerte, pues en el monte Sión, en Jerusalén, estará la salvación, tal como el Señor lo ha prometido. Los que él ha escogido quedarán con vida.

2 Timoteo 4:6-8, 16-18 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
6 Yo ya estoy para ser ofrecido en sacrificio; ya se acerca la hora de mi muerte. 7 He peleado la buena batalla, he llegado al término de la carrera, me he mantenido fiel. 8 Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa.
16 En mi primera defensa ante las autoridades, nadie me ayudó; todos me abandonaron. Espero que Dios no se lo tome en cuenta. 17 Pero el Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos. Así el Señor me libró de la boca del león, 18 y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial. ¡Gloria a él para siempre! Amén.

Lucas 18:9-14 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}
9 Jesús contó esta otra parábola para algunos que, seguros de sí mismos  por considerarse justos, despreciaban a los demás: 10 “Dos hombres fueron al templo a orar: el uno era  fariseo, y el otro era uno de esos que cobran impuestos para Roma {odiado por el pueblo}. 11 El fariseo, de pie, oraba así: ‘Oh Dios, te  doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones,  malvados y adúlteros, ni como ese cobrador de impuestos. 12 Yo ayuno dos veces a la semana y te doy la décima parte  de todo lo que gano.’ 13 Pero el cobrador de impuestos se quedó a cierta distancia, y ni siquiera se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba  el pecho y decía: ‘¡Oh Dios, ten compasión de mí,  que soy pecador!’ 14 Les digo que este cobrador de impuestos volvió a su casa ya justo,  pero el fariseo no. Porque el que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.


El discípulo humilde (el que se humilla) y el fariseo orgulloso (el que a sí mismo se engrandece):
1.Cuando un discípulo humilde comete un error, dice: "¡Yo me equivoqué!"   Cuando un fariseo orgulloso comete un error, dice: "No fue mi culpa."
2. Un discípulo humilde trabaja duro y siempre tiene más tiempo.  Un fariseo orgulloso está siempre "muy ocupado" para hacer lo que es necesario.
3. Un discípulo humilde enfrenta y supera los problemas.  Un fariseo orgulloso da vueltas y nunca consigue resolverlos.
4. Un discípulo humilde se compromete.  Un fariseo orgulloso hace promesas.
5. Un discípulo humilde dice: "Yo soy bueno, sin embargo no tan bueno como me gustaría ser."  Un fariseo orgulloso dice: "Yo no soy tan malo como tantos otros."
6. Un discípulo humilde escucha, comprende y responde.  Un fariseo orgulloso solo espera una oportunidad para hablar.
7. Un discípulo humilde respeta aquellos que son superiores a él y trata de aprender algo con ellos.   Un fariseo orgulloso resiste aquellos que son superiores a él y trata de encontrar sus defectos.
8. Un discípulo humilde se siente responsable por algo mas que solo su trabajo.  Un fariseo orgulloso no colabora y siempre dice: "Yo solo hago mi trabajo."
9. Un discípulo humilde dice: "Debe haber una mejor forma de hacerlo..."  Un fariseo orgulloso dice: "Esta es la forma que siempre lo hicimos."
Por eso Jesús dijo: “El que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.”
El alcance de la salvación
El tema general de esta sección del evangelio es el ofrecimiento de la salvación a quienes normalmente se verían excluidos de ella.  Dos ejemplos son: El fariseo y el cobrador de impuestos.  Como la parábola anterior (viuda que pedía sin cesar), esta parábola  trata también sobre la oración, aunque realmente trata de otro tema más profundo.  Las dos oraciones, hechas por estos dos hombres, reflejan dos tipos de carácter. 
1.          El fariseo era un hombre piadoso, que vivía en forma honesta y correcta.  Hacía más de lo que requería la ley.  Ayunaba dos veces a la semana —los lunes y jueves— aunque la ley requería que se hiciera una vez al año en el día de la expiación.  Daba diezmos de todos sus ingresos y no sólo de aquello que era requerido.  Pero se colocó de pie para orar en un lugar prominente, felicitándose a sí mismo por su piedad (su oración siempre subraya el “yo”), despreció a sus prójimos y sugirió a DIOS que no había nada que necesitase. 
2.          En contraste, el cobrador de impuestos se mantenía lejos del lugar santo en el templo.  No se atrevía a levantar los ojos y menos aun las manos en oración delante de DIOS, sino que simplemente derramó una confesión de su pecaminosidad y clamó por la misericordia de DIOS. 
El veredicto de Jesús fue que el publicano que se humilló volvió a su casa justificado, o sea aceptado por DIOS, pero el fariseo no lo fue en modo alguno.
Por esta razón, podríamos concluir que esta parábola es otra demostración de la preocupación de Jesús por los “desposeídos”.  Estaba en Su Carácter y, por lo tanto, debe estar en el nuestro (porque fuimos creados para ser como CRISTO.)  DIOS siempre está listo para recibir a los injustos cuando claman a Él, pero cierra sus oídos a aquellos cuyo orgullo en sus prácticas religiosas y buenas obras les hace sentir autosuficientes, autojustificados.
Sin duda, había muchos fariseos buenos, con buenas intenciones, y por lo tanto, es erróneo englobarlos a todos y condenarlos, pero también es cierto que había (y todavía hay) gente como el fariseo que es retratado aquí y que había (y todavía hay) oraciones de ese tipo.  Jesús fue clarísimo:  “El que a sí mismo se engrandece, será humillado; y el que se humilla, será engrandecido.”
La palabra de DIOS (que permanece para siempre) leída para el día de hoy (día que no se repetirá jamás) es clarísima también:  DIOS bendice (exalta, engrandece) a los humildes, a los que se humillan, como Jesús.  Este es el tipo de siervo y sierva que agrada a DIOS.  Y estos son algunas de las bendiciones que da DIOS a sus siervos y siervas:
Tomado del Salmo 65:
1.          DIOS escucha nuestra oración.
2.          DIOS perdona nuestros pecados.
3.       Feliz el ser humano a quien DIOS escoge y lo lleva a vivir cerca de ti, en las habitaciones de tu templo. Somos colmados con lo mejor de tu casa, con la santidad de tu templo.
4.          DIOS responde con maravillosos actos de justicia
5.      DIOS mantiene firmes las montañas con Su poder y Su fuerza. 
6.          DIOS calma el estruendo de las olas y el alboroto de los pueblos
7.          Gracias a DIOS hay gritos de alegría del oriente al occidente.
8.          DIOS tiene cuidado de la tierra; le envía lluvia y la hace producir; DIOS, con arroyos caudalosos, hace crecer los trigales. ¡Así prepara el campo! DIOS empapa los surcos de la tierra y nivela sus terrones; ablanda la tierra con lluvias abundantes y bendice sus productos.
9.          DIOS colma el año de bendiciones, Sus nubes derraman abundancia; los pastos del desierto están verdes y los montes se visten de gala; los llanos se cubren de rebaños, los valles se revisten de trigales; ¡Todos cantan y gritan de alegría!
Tomado de Joel 2:23-32 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}:
¡Alégrense ustedes, habitantes de Sión, alégrense en el Señor su DIOS!  Él les ha dado las lluvias en el momento oportuno, las lluvias de invierno y de primavera, tal como antes lo hacía. Habrá una buena cosecha de trigo y gran abundancia de vino y aceite.  “Yo les compensaré a ustedes los años que perdieron a causa de la plaga de langostas, de ese ejército destructor que envié contra ustedes.  Ustedes comerán hasta quedar satisfechos, y alabarán al Señor su Dios, pues yo hice por ustedes grandes maravillas. Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza, y ustedes, israelitas, habrán de reconocer que yo, el Señor, estoy con ustedes, que yo soy su Dios, y nadie más. ¡Nunca más quedará mi pueblo cubierto de vergüenza! “Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: los hijos e hijas de ustedes profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones. También sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días;  mostraré en el cielo grandes maravillas, y sangre, fuego y nubes de humo en la tierra.  El sol se volverá oscuridad, y la luna como sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y terrible.” 32 Pero todos los que invoquen el nombre del Señor lograrán salvarse de la muerte, pues en el monte Sión, en Jerusalén, estará la salvación, tal como el Señor lo ha prometido. Los que él ha escogido quedarán con vida.
Tomado de 2 Timoteo 4:6-8, 16-18 {El premio que DIOS da a sus siervos y siervas, Cont.}:
1.          Ahora me espera la corona merecida que el Señor, el Juez justo, me dará en aquel día. Y no me la dará solamente a mí, sino también a todos los que con amor esperan su venida gloriosa.
2.          El Señor sí me ayudó y me dio fuerzas, de modo que pude llevar a cabo la predicación del mensaje de salvación y hacer que lo oyeran todos los paganos.
3.          El Señor me libró de la boca del león, 18 y me librará de todo mal, y me salvará llevándome a su reino celestial.
¡Gloria a DIOS para siempre!  ¡Amén!
LLAMADO:  ALGUNAS COSAS QUE DIOS NUNCA TE PREGUNTARÁ:
1. Dios no te preguntará qué modelo de carro usabas; te preguntará a cuánta gente llevaste en él.
2. Dios no te preguntará los metros cuadrados de tu casa; te preguntará a cuánta gente recibiste en ella.
3. Dios no te preguntará la marca de la ropa en tu armario; te preguntará a cuántos ayudaste a vestirse.
4. Dios no te preguntará cuán alto era tu sueldo; te preguntará si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
5. Dios no te preguntará cuál era tu título; te preguntará si hiciste tu trabajo con lo mejor de tu capacidad.
6. Dios no te preguntará cuántos amigos tenías; te preguntará cuánta gente te consideraba su amigo.
7. Dios no te preguntará en qué vecindario vivías; te preguntará cómo tratabas a tus vecinos.
8. Dios no te preguntará el color de tu piel; te preguntará por la pureza de tu interior.
9. Dios no te preguntará por qué tardaste tanto en buscar la Salvación; te llevará con amor a tu casa en el Cielo y no a las puertas del Infierno.
DIOS no acusa; solo te pide que prediques con el ejemplo y que seas humilde; si tienes que usar palabras, usa palabras de fe y de aliento.

Este es el tipo de siervo y sierva que agrada a DIOS:  Aquellos y aquellas que procuran que DIOS desarrolle en ellos y ellas el carácter de CRISTO.  ¿Habrá algún Amén en La Casa de DIOS?

miércoles, 23 de octubre de 2013

¿Qué es el Amor?

¿Qué es el Amor?


Hace algún tiempo, un grupo de profesionales de la salud mental, le preguntaron a un grupo de niños y niñas, de 4 á 8 años de edad: ¿Qué es el Amor? Y estas fueron algunas de sus respuestas:




1.            Cuando a mi abuelita le dio artritis, no podía doblarse para pintarse las uñas de los pies. Así que mi abuelito se las pinta todo el tiempo, aunque él también tiene artritis. Eso es amor.
2.            Cuando alguien te ama, la manera en que dicen tu nombre es diferente. Tú sabes que tu nombre está seguro en sus bocas.
3.            Amor es cuando una niña se pone perfume y un niño se pone colonia y se unen para olerse el uno al otro.
4.            Amor es cuando uno sale a comer y le da al otro la mayoría de tus papitas fritas, sin hacer que el otro te de las suyas.
5.            Amor es lo que te hace sonreír cuando estas cansado.
6.            Amor es cuando mi mamá le hace café a papi y lo prueba antes de dárselo para saber si está bueno.
7.            Amor es cuando tú das besos todo el tiempo y cuando te cansas de dar besos, todavía quieres seguir hablando con esa persona. Mi mamá y mi papá son así. Se ven horribles cuando se besan.
8.            Amor es lo que está contigo en el cuarto si, el día de Navidad, dejas de abrir regalos y escuchas.
9.            Si quieres aprender a amar mejor, debes comenzar con un amigo que tú odias.
10.         Amor es cuando tú le dices a un amigo que te gusta su camisa y entonces, se la pone todos los días.
11.         Amor es como cuando una ancianita y un ancianito todavía son amigos a pesar de que se conocen tan bien.
12.         En mi concierto de piano, yo estaba en el escenario y tenía mucho miedo. Miré a toda la gente que me estaba mirando y vi la mano de mi papá que se movía y me sonreía.  Él era el único que hacia eso. Entonces ya no tuve más temor.
13.         Mi mamá me ama más que nadie. Tú no ves a nadie más dándome un beso de buenas noches.
14.         Amor es cuando mami le da a papi el mejor pedazo de pollo.
15.         Amor es cuando mi mamá ve a papi todo sudado y mal oliente y todavía dice que es más elegante que Brad Pitt.
16.         Amor es cuando tu perrito te lambe la cara aunque lo dejaste solo todo el día.
17.         Cuando tú amas a alguien tus pestañas suben y bajan y pequeñas estrellitas salen de ti.
18.         Tu no deberías decir “Te amo” a menos que lo sientas de verdad. Pero si lo sientes de verdad, debes decirlo muchas veces, a la gente se le olvida.
19.         El niño de 4 años que cuando su vecino, un anciano de muchos años, quedó viudo y al verlo llorar, el niño fue, brincó la cerca y se sentó en su falda.  Cuando la mamá le preguntó qué le había dicho al vecino, el niño dijo: “nada, yo solo le ayudé a llorar.”


lunes, 21 de octubre de 2013

Sermón: “La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida.”

Sal. 19; Jer. 31:27-34; 2ª Tim. 3:14-4:5; Lucas 18:1-8

Sal. 19: 1 El cielo proclama la gloria de  Dios; de su creación nos habla la bóveda celeste. 2 Los días se lo cuentan entre sí; las noches hacen correr la voz. 3 Aunque no se escuchan palabras ni se oye voz alguna, 4 su mensaje llega a toda la tierra, hasta el último rincón del mundo. Allí Dios puso un lugar para el sol, 5 y este sale como un novio de la habitación  nupcial, y se alegra como un atleta al emprender su camino. 6 Sale el sol por un lado del cielo y da la vuelta hasta llegar al otro, sin que nada pueda huir de su calor. 7 La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida. El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo. 8 Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. 9 El temor del Señor es limpio y permanece para siempre. Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos, 10 ¡Son de más valor que el oro fino!, ¡Son más dulces que la miel del panal! 11 Son también advertencias a este  siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas. 12 ¿Quién se da cuenta de sus propios  errores? ¡Perdona, Señor, mis faltas ocultas! 13 Quítale el orgullo a tu siervo; no permitas que el orgullo me domine. Así seré un hombre sin tacha; estaré libre de gran pecado. 14 Sean aceptables a tus ojos mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, refugio y libertador mío.

Jer. 31:27-34: 27 El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré que hombres y animales abunden en Israel y en Judá. 28 Y así como estuve atento para arrancar, derribar, echar abajo, destruir y causar daños, así también estaré vigilante para construir y plantar. Yo, el Señor, lo afirmo. 29 “En aquel tiempo no volverá a decirse: ‘Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes.’ 30 Porque será que a quien coma uvas agrias, a ese se le destemplarán los dientes. Cada cual morirá por su propio pecado.” 31 El Señor afirma: “Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. 32 Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. 33 Esta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.”

2ª Tim. 3:14 - 4:5: 14 Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. 15 Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, 17 para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien. 4:1 Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho 2 que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. 3 Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que solo les enseñen lo que ellos quieran oir. 4 Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. 5 Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo.

S. Lucas 18:1-8 1 Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. 2 Les dijo: “Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3 En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. 4 Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después  pensó: ‘Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, 5 sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.’ ” 6 Y el Señor añadió: “Esto es lo que dijo el juez malo. 7 Pues bien, ¿Acaso Dios no defenderá también a sus escogidos,  que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? 8 Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿Encontrará todavía fe en la tierra?”

El reto que se nos lanza hoy es el siguiente: Cuando el Hijo del Hombre venga, ¿Encontrará todavía fe en la tierra?

¿Qué responderemos c a d a  u n o  de nosotros?  La invitación de DIOS es a creerle a Su Palabra, porque...
1.    La enseñanza del Señor es perfecta, porque da nueva vida.
a.     {Jesús les contó una parábola} para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse.
b.     {Pablo a Timoteo:} “Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús.” 
c.     Jesús mismo es el Logos, la “Rhema” de DIOS; La Palabra Viva de DIOS; la Encarnación de DIOS, La Revelación del Propósito de DIOS.  Por eso es que se nos pide que seamos colaboradores, continuadores, seguidores, creyentes, devotos, adeptos, alumnos, embajadores, ministros, discípulos, siervos de Jesucristo.  Se nos pide, se nos llama a ser continuación de Su Obra Redentora en la Tierra.  Se nos llama a ser “encarnaciones” (con letra minúscula) del Espíritu de DIOS.  Por eso es que Jesús le dice a Nicodemo que hay que nacer “de Arriba.”  Por eso es que cuando Cristo se despide de sus discípulos, para ascender al Cielo a ocupar Su Lugar en el Trono, les dice: “Pero ustedes, quédense aquí, en Jerusalén, hasta que sean investidos del Poder que viene de Arriba.”  ¡Somos de Arriba!  ¡Para la Gloria del de Arriba!  ¡Hemos recibido el Espíritu Santo de Arriba para el bien de todos!  ¡Hemos recibido PODER para enseñar VIDA! ¡Aleluya! 
d.     Por eso es que hemos estudiado que UNO de los Propósito de una Vida en Cristo es que SEAMOS COMO CRISTO.  Que seamos Su continuidad, Su persistencia, Su repetición, Su prolongación, Su secuencia y Su consecuencia.  ¡Aleluya! 
e.     Por tanto, la invitación de DIOS es a creerle a Su Palabra VIVA que salva vidas, que restaura vidas, que reconcilia vidas con DIOS.
2.    El mandato del Señor es fiel, porque hace sabio al hombre sencillo.
a.    {Pablo a Timoteo: Recuerda que...} “Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.”
3.    Los preceptos del Señor son justos, porque traen alegría al corazón.
a.    {Jesús dijo:} “¿Acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? Les digo que los defenderá sin demora.”  La viuda recibió lo que pedía; lo recibió con alegría y con gozo.  Igualmente el padre recibió con gozo a su hijo que regresó.  Con tanta alegría recibió DIOS a Su Hijo que retornaba a Su Casa.
4.    El mandamiento del Señor es puro y llena los ojos de luz. 
a.    ¿Queremos ver la Gloria de DIOS manifestada en nuestras vidas?  Cristo es la Luz que ilumina nuestro caminar.  La Palabra Viva es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino.
5.    El temor del Señor es limpio y permanece para siempre.
6.    Los decretos del Señor son verdaderos, todos ellos son justos, ¡Son de más valor que el oro fino!, ¡Son más dulces que la miel del panal!
7.    {Los decretos del Señor...} Son también advertencias a este  siervo tuyo, y le es provechoso obedecerlas.
Por todas estas razones, y por muchas mas, nos conviene recordar el Nuevo Pacto, sellado con precio de Sangre Preciosa: Dijo DIOS: “Esta será la alianza (o pacto) que haré con Israel (La Iglesia) en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo.  Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.”
¡Aleluya! ¡Gloria a DIOS!

Amigo
No hay casualidad... Ese Amigo es DIOS.
  1. ¿Alguna vez te has sentado por allí y de repente sientes deseos de hacer algo agradable por alguien a quien le tienes cariño? ESE ES DIOS... que te habla a través del Espíritu Santo.
  2. ¿Alguna vez te has sentido derrotado, nadie parece estar alrededor tuyo para hablarte y de repente sientes que alguien llega? ESE ES DIOS... Él quiere hablar contigo.
  3. ¿Alguna vez has estado pensando en alguien a quién amas y no has visto por largo tiempo y lo próximo que pasa es verlo o recibir una llamada de esa persona?  ESE ES DIOS... no existe la casualidad.
  4. ¿Alguna vez has recibido algo maravilloso que ni siquiera pediste?  ESE ES DIOS... que conoce los secretos de tu corazón.
  5. ¿Alguna vez has estado en una situación problemática y no tenías indicios de cómo se iba a resolver y de pronto todo queda resuelto sin darte cuenta? ESE ES DIOS... que toma nuestros problemas en sus manos les da solución.
  6. ¿Alguna vez has sentido una inmensa tristeza en el alma y al día siguiente la tristeza ha pasado?  ESE ES DIOS... que te dio un abrazo de consuelo y te dijo palabras dulces.
  7. ¿Alguna vez te has sentido tan cansado de todo, al grado de querer morir y de pronto un día sientes que tienes la suficiente fuerza para continuar?  ESE ES DIOS... que te cargó en sus brazos para darte descanso.
  8. ¿Alguna vez has sentido que tienes tantos problemas y las cosas ya se están saliendo de su cauce y de pronto un día todo está resuelto?  ESE ES DIOS... que tomó todas las cosas y las puso en su lugar.
Todo es tan sencillo como....PONERSE EN MANOS DE DIOS... ¿Piensas que este mensaje fue proclamado accidentalmente?...  FUE DIOS...que recordó que estás aquí, que eres Su Amigo(a).


Nota a LC. 18:1-8: El juez injusto. Esta parábola no enfatiza la comparación de Dios con el juez injusto, sino destaca el contraste. Probablemente, la mujer estaba presentando un asunto financiero al juez y él se negaba a escuchar porque estaba esperando un soborno; ella era demasiado pobre para pagar y su única arma era la insistencia. Si aun un juez que no honra las leyes de Dios y el hombre puede ser inducido a actuar por los clamores incesantes de una viuda, cuánto más actuará Dios para levantar a su pueblo cuando clamen a él.
En el v. 7 sus escogidos son aquellos que han oído su llamado y han respondido a él. Aquí hay una situación de persecución y desean que Dios muestre que ellos están en el buen camino. Claman: “Venga tu reino.” ¿Les hará esperar? sugiere que Dios puede dar la impresión de alguien intratable que no responde a las oraciones, pero ciertamente él contestará sus oraciones sin que la necesidad llegue al extremo. Levantará prontamente a su pueblo. La cuestión realmente vital que se encuentra aquí no es si Dios responderá a la oración, sino si ellos serán un pueblo fiel que ha perseverado en la oración y no ha perdido la esperanza cuando llegue el Hijo del Hombre. La parábola es esencialmente un estímulo para seguir en oración sin perder las fuerzas a través de los tiempos difíciles de la espera antes que llegue el Hijo del Hombre.


martes, 8 de octubre de 2013

Sermón: “Seamos sinceros con DIOS, como los hijos e hijas de DIOS lo son”


Salmo 137
1 Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos acordándonos de Sión. 2 Sobre los sauces, en medio de ella, colgamos nuestras arpas. 3 Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían cánticos, los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo: «Cantadnos algunos de los cánticos de Sión». 4 ¿Cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra de extraños? 5 Si me olvido de ti, Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. 6 Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acuerdo; si no enaltezco a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría. 7 Jehová, recuerda a los hijos de Edom cuando el día de Jerusalén decían: «¡Arrasadla, arrasadla hasta los cimientos!». 8 Hija de Babilonia, la desolada, bienaventurado el que te dé el pago de lo que tú nos hiciste. 9 ¡Dichoso el que tome tus niños y los estrelle contra la peña!

Lamentaciones 1:1-6
1 ¡Cuán solitaria ha quedado la ciudad antes llena de gente! ¡Tiene apariencia de viuda la ciudad capital de los pueblos! ¡Sometida está a trabajos forzados la princesa de los reinos! 2 Se ahoga en llanto por las noches; lágrimas corren por sus mejillas. De entre todos sus amantes no hay uno que la consuele. Todos sus amigos la han traicionado; se han vuelto sus enemigos. 3 A más de sufrimientos y duros trabajos, Judá sufre ahora el cautiverio. La que antes reinaba entre los pueblos, ahora no encuentra reposo. Los que la perseguían, la alcanzaron y la pusieron en aprietos. 4 ¡Qué tristes están los caminos de Sión! ¡No hay nadie que venga a las fiestas! Las puertas de la ciudad están desiertas, los sacerdotes lloran, las jóvenes se afligen y Jerusalén pasa amarguras. 5 Sus enemigos dominan, sus adversarios prosperan. Es que el Señor la ha afligido por lo mucho que ha pecado. Sus hijos fueron al destierro llevados por el enemigo. 6 Desapareció de la bella Sión toda su hermosura; sus jefes, como venados, andan en busca de pastos; arrastrando los pies, avanzan delante de sus cazadores.

2ª Tim. 1:1-14
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús, enviado por voluntad de Dios de acuerdo con la promesa de vida que se obtiene por medio de Cristo Jesús, 2 saluda al querido hijo Timoteo. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti. 3 Al recordarte siempre en mis oraciones de día y de noche, doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia limpia, como sirvieron también mis antepasados. 4 Me acuerdo siempre de tus lágrimas, y quisiera verte para llenarme de alegría. 5 Porque me acuerdo de la fe sincera que tienes. Primero la tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y estoy seguro de que también tú la tienes. 6 Por eso te recomiendo que avives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. 7 Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio. 8 No te avergüences, pues, de dar testimonio a favor de nuestro Señor; ni tampoco te avergüences de mí, preso por causa suya. Antes bien, con las fuerzas que Dios te da, acepta tu parte en los sufrimientos que vienen por causa del evangelio. 9 Dios nos salvó y nos ha llamado a formar un pueblo santo, no por lo que nosotros hayamos hecho, sino porque ese fue su propósito y por la bondad que ha tenido con nosotros desde la eternidad, por Cristo Jesús. 10 Esa bondad se ha mostrado gloriosamente ahora en Cristo Jesús nuestro Salvador, que destruyó el poder de la muerte y que, por el evangelio, sacó a la luz la vida inmortal. 11 Dios me ha encargado de anunciar este mensaje, y me ha enviado como apóstol y maestro. 12 Precisamente por eso sufro todas estas cosas. Pero no me avergüenzo de ello, porque yo sé en quién he puesto mi confianza; y estoy seguro de que él tiene poder para guardar hasta aquel día lo que me ha encomendado. 13 Sigue el modelo de la sana enseñanza que de mí has recibido, y vive en la fe y el amor que tenemos gracias a Cristo Jesús. 14 Con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros, cuida de la buena doctrina que se te ha encomendado. (DHH)

S. Lucas 17:5-10
5 Los apóstoles pidieron al Señor: —Danos más fe. 6 El Señor les contestó: —Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: ‘Arráncate de aquí y plántate en el mar’, y les haría caso. 7 “Si uno de ustedes tiene un criado que regresa del campo después de haber estado arando o cuidando el ganado, ¿acaso le dice: ‘Pasa y siéntate a comer’? 8 No, sino que le dice: ‘Prepárame la cena, y disponte a atenderme mientras yo como y bebo. Después podrás tú comer y beber.’ 9 Y tampoco le da las gracias al criado por haber hecho lo que le mandó. 10 Así también ustedes, cuando ya hayan cumplido todo lo que Dios les manda, deberán decir: ‘Somos servidores inútiles, porque no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación.’ ”

Introducción
Una chica estaba esperando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete con galletas. Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Asiento de por medio, se sentó un hombre que abrió una revista y empezó a leer. Entre ellos quedaron las galletas. Cuando ella cogió la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada, pero no dijo nada. Solo pensó: “¡Qué descarado; si yo fuera más valiente, le diría hasta el mal del que va a morir para que no sea tan atrevido!" 

Cada vez que ella cogía una galleta, el hombre también tomaba una. Aquello le indignaba tanto que no conseguía concentrarse, ni reaccionar. Cuando quedaba solo una galleta, pensó: "¿Qué hará ahora este aprovechado?" Entonces, el hombre partió la última galleta y dejó media para ella. ¡Ah! ¡No! ¡Aquello le pareció demasiado! ¡Se puso a resoplar de rabia! Cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletas. . . intacto, cerrado. ¡Sintió tanta vergüenza! Sólo entonces se dio cuenta de lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso! Aquel hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado. Y ya no estaba a tiempo ni tenía posibilidades para dar, explicar o pedir disculpas. Solo le quedaba tiempo para razonar: 

¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor? ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas? Recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan: 


1. Una piedra, después de haber sido lanzada; 


2. Una palabra, después de haberla dicho; 


3. Una oportunidad, después de haberla perdido; 


4. El tiempo, después de haber pasado. 


Recuerden: ¡Este día no se repetirá jamás! Seamos sinceros con DIOS hoy. Quizás hayamos estado comiendo de Sus galletas.


APLICACIÓN 
Los apóstoles fueron sinceros con el Señor. Ellos le pidieron al Señor: “Danos más fe.” Y el Señor les contestó: “Si ustedes tuvieran fe, aunque solo fuera del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: ‘Arráncate de aquí y plántate en el mar’, y les haría caso.” 

Pablo le escribió a Timoteo “...me acuerdo de la fe sincera que tienes.” 

¿Cuál difícil se nos hace ser sinceros delante de DIOS? ¿Será que creemos que podemos escondernos de DIOS? ¿Será porque creemos que podemos engañar a DIOS? ¿Será que dudamos que DIOS conoce hasta nuestro pensamiento? ¿Será que se nos ha olvidado que es DIOS quien nos da la fe para creerle? DIOS nos deja comer de su bolsita de galletas.

Los israelitas escribieron estos dos poemas que hemos leído esta mañana del AT (Sal. 137 y Lam. 1:1-6) para expresar su descontento con la situación de su pueblo y su país (la Tierra Prometida y concedida por DIOS.) Se sentían desolados, abusados, abandonados, oprimidos. Se sentían así hasta con DIOS. Su enfado, enojo y disgusto eran evidentes en el contenido de estos poemas: {“...nos sentábamos y llorábamos; ...¿Cómo cantaremos un cántico de Jehová en tierra de extraños?.... bienaventurado el que te dé el pago de lo que tú nos hiciste. ¡Dichoso el que tome tus niños y los estrelle contra la peña!} 

{Cuán solitaria ha quedado la ciudad;... ¡Tiene apariencia de viuda la ciudad capital de los pueblos!... Se ahoga en llanto por las noches; lágrimas corren por sus mejillas. De entre todos sus amantes no hay uno que la consuele. Todos sus amigos la han traicionado; se han vuelto sus enemigos. ... ¡Qué tristes están los caminos de Sión!... Las puertas de la ciudad están desiertas, los sacerdotes lloran, las jóvenes se afligen y Jerusalén pasa amarguras.}

Estos fueron gritos de angustia ante situaciones desesperantes. Gritos de coraje ante situaciones opresivas. De un pueblo escogido por DIOS, pero desobediente, que sufrió amargamente su desvarío, su desobediencia a DIOS.

Los discípulos de Jesucristo también enfrentamos situaciones que nos hacen dudar de la presencia de DIOS en nuestras vidas. Muerte de seres queridos, enfermedades incurables, deterioro de la calidad de vida, etc. Aunque es un error teológico dudar de la presencia de DIOS (porque DIOS es FIEL a sus promesas y nos sorprende cada día y nos deja comer de su bolsita de galletas, sin que nos demos cuenta), debemos ser sinceros delante de DIOS y expresarle cómo nos sentimos. DIOS no espera otra cosa de nosotros. DIOS espera que seamos sinceros con Él. DIOS nos ama y espera que nosotros mostremos absoluta confianza, fe, en Él, nuestro Padre. 

El texto del Evangelio que leímos hoy nos habla de una petición que los Apóstoles le hicieron a Jesús. {Dicho sea de paso: Apóstol es una palabra griega que quiere decir “enviado.” Se llama “apóstoles” a los doce discípulos más cercanos de Jesús porque fueron los primeros a quienes él “envió” a sanar a los enfermos y a anunciar las “buenas noticias del reino de DIOS.” También Pablo fue llamado “apóstol” porque fue enviado por Jesús a anunciar las buenas noticias a los que no eran judíos.} Los apóstoles le dijeron al Señor: “Aumenta nuestra fe, i.e., haz que confiemos más en el poder de Dios.” Y el Señor les dijo: “Si la confianza (fe) de ustedes fuera tan pequeña como una semilla de mostaza, podrían decirle a este árbol: “Levántate de aquí y plántate en el mar”, y el árbol les obedecería.”

¡Cuanta falta nos hace reconocer que tenemos un Padre especial, un DIOS maravilloso, misericordioso, extraordinario, sorprendente, asombroso, compasivo; un DIOS que está pasao de bueno! Tenemos un DIOS que siempre está dispuesto a bendecirnos. ¡Aleluya!

Por eso, Pablo le desea a su hijo espiritual, Timoteo: “Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Señor derramen su gracia, su misericordia y su paz sobre ti.” ¡Que clase de bendición! ¿Cuánto tiempo hace que no le echas la bendición a tus hijos espirituales? O ¿Cuánto tiempo hace que no le pides la bendición a tu guía espiritual? ¿Sabes? Es muy importante ser sinceros con DIOS a través de aquellos y aquellas que DIOS ha puesto en nuestro camino para ser de bendición en nuestras vidas. ¡Seamos sinceros hoy! Podemos serlo con DIOS.

El Apóstol Pablo le dice a Timoteo: “Me acuerdo siempre de tus lágrimas, y quisiera verte para llenarme de alegría.” Esto muestra que Timoteo había sufrido el quebranto, la soledad, la tristeza. El guía espiritual de Timoteo era un experto en quebranto también. Al escribir esta Epístola, el apóstol se encontraba preso en Roma. Ya anteriormente había pasado dos años en la cárcel, en la capital del imperio. 

Pablo pronto moriría, y por eso le pedía a Timoteo que se apresurara a visitarlo. Pero en ningún momento el apóstol dio muestras de desaliento, ni se sintió mal o triste. Para Pablo, la carrera de la vida ya estaba terminando. Y él la había corrido muy bien. Por eso, sabía que le esperaba el premio que DIOS le había preparado. De hecho, esta es la última epístola que el Apóstol escribió. 

Amados: El sufrimiento no nos puede separar del Amor de DIOS. Lo que sí puede hacerlo es nuestra actitud irreverente e inverosímil ante la invitación expresa de DIOS de que seamos sinceros con Él. 

LLAMADO. Me pregunto: ¿No nos gustaría tener un Padre al cual le pudiéramos contar cómo realmente nos sentimos?

¿Cómo nos presentaremos nosotros delante de DIOS? ¿Cuántas excusas estaremos pensando presentarle a DIOS? “Hay, DIOS, tu sabes que a mi me gustaba mucho la fiesta, la bebida, lo ajeno, etc...” O “Tu sabes que yo era muy débil para los vicios y que me gustaba aparentar mucho.” “Tu no me vas a condenar ahora ¿Verdad?” 

O ¿Por qué se están comiendo MIS galletas? ¡Son mías nada mas y no quiero compartirlas!

Seamos sinceros con DIOS, ahora. No tratemos de engañar a DIOS, pues a quienes engañamos es a nosotros mismos. No hay excusas válidas. Moisés trató, y no pudo; DIOS lo había llamado y escogido y no había escapatoria. Gedeón trató, y no pudo; DIOS lo había llamado y escogido y no había escapatoria (Jueces 6 y 7.) Los discípulos trataron, (hasta pidiendo mas fe) y no pudieron engañar a Jesús. Por eso Jesús les reiteró lo que ellos ya sabían: fuimos llamados para servir, servir, servir. Al final, solo podremos decir: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.”

Los discípulos pidieron mas fe para creerle a DIOS y ser obedientes a los mandamientos de Jesús. La contestación de Jesús fue impresionante: “Si ustedes tuvieran un chispito de fe, sería suficiente para obedecer.” 

Amados y amadas: No tratemos de engañar a DIOS. Seamos sinceros, honestos, presentémonos tal y como somos delante de DIOS hoy. Digámosle cómo nos sentimos, no tengamos temor de ofender a DIOS; no tengamos temor de molestar a DIOS. DIOS no se va a herir porque seamos sinceros, al contrario, DIOS se va a complacer con sus hijos e hijas que le tratan como Padre Amoroso. 

Acerquémonos a DIOS hoy. Vengamos a Su Mesa, Él nos invita.