viernes, 20 de agosto de 2021

Como el Lápiz

Luego de un día de juegos con su amado abuelo, el nieto observó que su abuelo escribía una carta.  Extrañado, le preguntó: ¿Abuelo, estás escribiendo una historia sobre lo que nos pasó a los dos?  ¿Es, por casualidad, una historia sobre mí?  El abuelo dejó de escribir, sonrió y le dijo al nieto: Estoy escribiendo sobre ti, es cierto.  Sin embargo, más importante que las palabras, es el lápiz que estoy usando.  Me gustaría que tú fueses como él cuando crezcas.


El nieto miró el lápiz intrigado, y no vio nada de especial en él y preguntó:  ¿Qué tiene de particular ese lápiz?  El abuelo le respondió: Todo depende del modo en que mires las cosas. En él hay cinco cualidades que, si consigues mantenerlas, harán siempre de ti una persona de paz con el mundo.


Primera cualidad:  Puedes hacer grandes cosas, pero no olvides nunca que existe una mano que guía tus pasos.  Esta mano la llamamos DIOS y Él siempre te conducirá en dirección a su buena voluntad.


Segunda cualidad:  De vez en cuando necesitas dejar lo que estás escribiendo y usar el sacapuntas.  Eso hace que el lápiz sufra un poco, pero al final, estará más afilado.  Por lo tanto, debes ser capaz de soportar algunos dolores, porque te harán mejor persona.


Tercera cualidad:  El lápiz siempre permite que usemos una goma para borrar aquello que está mal.  Entiende que corregir algo que hemos hecho no es necesariamente algo malo, sino algo importante para mantenernos en el camino de la justicia.


Cuarta cualidad:  Lo que realmente importa en el lápiz no es la madera ni su forma exterior, sino el grafito que hay dentro. Por lo tanto, cuida siempre de lo que sucede en tu interior.


Quinta cualidad:  Siempre deja una marca. De la misma manera, has de saber que todo lo que hagas en la vida, dejará trazos.  Por eso, intenta ser consciente de cada acción. 


{Autor: Paulo Coelho, Escritor Brasilero.}

sábado, 15 de mayo de 2021

La Capacidad de Aprendizaje en los Adultos Mayores

El aprendizaje en la vejez tiene una relación muy fuerte con la motivación que la persona mayor tenga para iniciar una tarea, desarrollar un proyecto o profundizar en un tema.

 

El aprendizaje en cada individuo está directamente relacionado con sus inteligencias múltiples: 

  1. Verbal Lingüística
  2. Lógica Matemática 
  3. Visual Espacial
  4. Corporal Quinestica
  5. Musical Rítmica
  6. Intrapersonal (Individual)
  7. Interpersonal (Social)
  8. Naturalista (Científica)
  9. Espiritual
  10. Emocional 


Entre éstas, se destacan los motivacionales. Existen en la actualidad demasiados tópicos, sin duda erróneos, sobre el envejecimiento, y uno de estos tópicos es que al alcanzar una cierta edad una persona es “demasiado mayor para aprender”. Esta sentencia carece de total sentido, más aún cuando la persona tiene menos de 60 años, pero ¿Qué ocurre con las personas mayores de sesenta años?  Sucede que su capacidad de aprendizaje continúa siendo realmente amplia, sobre todo si también se mantienen amplios los factores motivacionales de que cada uno dispone.


Es posible, sin ninguna duda, aprender la misma clase de conocimientos y habilidades a los sesenta y cinco años que a los dieciocho. Hay factores, no obstante, que pueden influir en que se dé un detrimento en el rendimiento de la persona mayor, como por ejemplo la disminución de la agudeza sensorial (hipoacusia, déficit de visión), mayor fatigabilidad, etc.; pero ninguno de estos factores están directamente relacionados con la disminución en la capacidad de aprendizaje.


Es decir, existen por supuesto ciertas facultades mentales que sufren el paso del tiempo, como la memoria, la capacidad de concentración y la agilidad mental, pero son facultades que pueden compensarse, por ejemplo, con una alta motivación y un gran interés hacia la tarea.


¿Qué es la motivación y por qué es tan importante?  La motivación es el deseo constante de superación. La motivación es intrínseca cuando la persona fija su interés en el hecho de realizar una actividad por el placer y la satisfacción que experimenta mientras aprende, explora o trata de entender algo nuevo.


De hecho, diversos estudios al respecto han demostrado que las personas de edad avanzada son capaces de obtener niveles de conocimiento iguales o mayores que los de las personas más jóvenes si disponen de una alta motivación para ello.  Se ha visto que un factor definitivo y concluyente parece ser el uso de estrategias de aprendizaje diferentes para las personas mayores, como por ejemplo el hecho de no tener tanto en cuenta la rapidez en la tarea, sino la calidad y el propio disfrute de la misma.


Así pues, resulta maravilloso ver como una persona mayor aprende con mucho interés y constancia una lengua extranjera, o es capaz de interesarse apasionadamente por áreas tan variadas como la teología, el deporte (no solo físico sino también mental , como el ajedrez), la historia, la música, la pintura, la geografía, la cerámica, el turismo, etc.  Es bien sabido que una de las mejores formas de envejecer consiste en iniciar el aprendizaje de una nueva tarea que abra la curiosidad hacia otros horizontes.


Interesarse por aprender cosas nuevas en esta edad es el mejor modo sin duda alguna de luchar contra los sentimientos de soledad y contra el aislamiento; es la forma de demostrarse a uno mismo que aún queda mucho por hacer y que la finalidad de sus actividades ya no están, por suerte, en la obligación de aprobar una asignatura o en la necesidad de sacar unas notas o de obtener un ascenso, sino en el propio “saber por saber”, en el disfrute de “aprender porque disfruto aprendiendo, porque me interesa esta actividad de forma personal”.


La participación activa en actividades culturales resulta fundamental para mantener una buena capacidad intelectual. La mente debe ser ejercitada del mismo modo que el cuerpo. Las inteligencias de una persona no se detienen a ninguna edad determinada. Factores individuales como la creatividad y la curiosidad del ser humano pueden y deben seguir desarrollándose siempre.


Diversos estudios realizados con personas mayores han puesto de manifiesto que si la persona se rodea de un ambiente estimulante y tiene a su alcance la posibilidad de realizar actividades que resulten de su agrado e interés, es posible y muy probable no solo que aumenten sus facultades cognitivas y afectivas sino que aumente también el sentimiento de gratificación personal y con él la calidad de vida percibida.


No existe ninguna duda de que la inactividad física provoca enfermedades y rigideces musculares que conllevan a un rápido deterioro del organismo. Esta realidad no se limita sólo al cuerpo, sino también y con una gran magnitud a las capacidades intelectuales.


Consecuentemente, la educación y la formación no debe tener límite de edad, debe ser permanente, ya que es una realidad que a cualquier edad el ser humano se siente gratificado por el conocimiento “per se”, por el propio enriquecimiento personal que le aporta interesarse por una materia y exprimir de ella todo el contenido posible.


Como dijo una vez un sabio “lo interesante del viaje no está en la llegada sino en el propio camino”…

 

¿Por qué le damos mayor relevancia al saber que al aprendizaje? 

Primero, por pereza. Queremos disfrutar los beneficios del saber sin hacer el esfuerzo de aprender. Ansiamos el resultado pero no estamos tan dispuestos a realizar el sacrificio del proceso. Todo el mundo quiere tener un cuerpo perfecto pero muy pocos quieren moderarse con la comida o hacer ejercicio a diario. 


Segundo, el saber te entrega estabilidad y seguridad. Cuando eres reconocido por lo que sabes, tienes pocos incentivos para aprender. Con el paso del tiempo, es inevitable acomodarse, perder el hambre de progresar y la emoción de descubrir cosas nuevas. 


Tercero, por falta de motivación.  Dado que aprendemos aquello que nos apasiona, la motivación emerge como un factor fundamental para el aprendizaje. Por eso mismo, un educador tiene que estar enamorado de su pasión porque de otra manera no puede entusiasmar a los demás. Es necesaria una gran dosis de curiosidad, cansarse de lo que sabes y aburrirse de hacer siempre lo mismo para estar abiertos a innovar. Una persona con actitud de aprendizaje siempre corre con ventaja: tiene voluntad de aprender y un enorme futuro mientras el resto tienen solo todo el pasado.


Cuarto, por el conformismo y la falta de humildad. El actor Will Smith confiesa “Siempre he considerado que tengo un talento promedio pero en lo que si destaco es en una obsesión enfermiza para la práctica y la preparación”. Cuando alguien tiene capacidad de aprender, puede llegar a saber cualquier cosa. Pero si te quedas únicamente con lo que sabes y no sigues aprendiendo, bien porque no te interesa o porque no tienes la humildad de reconocer que no lo sabes todo, corres un riesgo mortal. 


La verdadera ignorancia no es la falta de conocimiento sino negarse a aprender. 


Si tienes que escoger, es más valiosa la capacidad de aprender (que genera nuevos conocimientos continuamente) que la de aferrarse a uno solo y tratar de explotarlo.

Hace algunas décadas, se hizo muy famoso un eslogan que decía: “Un diamante es para siempre”.  Desafortunadamente, nada es para siempre. 


Saber es fundamental pero aprender lo es mucho más porque no existe saber si no hay un proceso de aprendizaje anterior. Al ritmo al que cambia la sociedad, si dependes únicamente de lo que sabes, rápidamente te deprecias, pierdes vigencia y valor. 


El único remedio para evitar anquilosarte es aprender. Para el presente, el conocimiento es esencial. Para el futuro, aprender es la clave. El escritor Mario Benedetti lo expresó espléndidamente: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas". 


No puedes dejar de aprender. La buena noticia es que todo se puede aprender. Va siendo hora de cambiar el “tanto sabes, tanto vales” por el “tanto aprendes, tanto vales”.  Por cierto, ¿Ayer, aprendiste algo?

Aprendizaje Incesante


“Aprender nunca agota la mente”,  Leonardo Da Vinci.


“Aprender continuamente a desaprender para aprender se trata de analizar (i.e., aprender) cómo aprendemos mejor para compartir lo aprendido.”


“La neurogénesis y la plasticidad cerebral nos permiten continuamente aprender.” 


“Para el presente, el conocimiento es esencial; para el futuro, aprender es la clave.”


“Aprender es el mejor ejercicio para el cerebro. La característica que nos hace más humanos es la habilidad de aprender.”


INTRODUCCIÓN


Existen muchas teorías del aprendizaje que narran la historia de cómo adquirimos conocimiento y experiencia. Una de estas teorías explica que aprender incorpora múltiples elementos de nuestra vida.  Dimensiones culturales, emocionales, recreacionales y espirituales potencian el aprendizaje continuo. (Las Múltiples Inteligencias.)


Cuando nos referimos al aprendizaje continuo, nos referimos a la relación de la educación (metacognición: la calidad de vida de la persona, de su desarrollo y de su progreso en la sociedad) con los desafíos del mundo contemporáneo y sus requerimientos de socialización y participación activa en la vida cotidiana (su interacción multidimensional).


Aprendizaje Continuo: 


  1. Se aprende en el entorno social.
  2. Se aprende de y en nuestra cultura.
  3. Se aprende de nuestro devenir histórico.
  4. Se aprende del compromiso de nuestras instituciones y de sus líderes.
  5. Se aprende de las organizaciones.
  6. Se aprende de los medios de comunicación.
  7. Se aprende de nuestro trabajo/quehacer cotidiano.


El aprendizaje continuo debe ser autodirigido Es el aprendizaje que uno mismo dirige y controla.  Una autodirección sistemática es crucial para identificar y comprender los problemas que uno tiene que abordar y el aprendizaje que conlleva el proceso de resolverlos (“problem solving”).  Aprender a aprender continuamente se trata de analizar (i.e., aprender) cómo aprendemos mejor.


Aprender es mas importante que saber.  Al ritmo al que cambia la sociedad, depender únicamente de lo que se sabe, provoca que las personas rápidamente se deprecien, pierdan vigencia y valor. El único remedio para evitar anquilosarse es aprender. Para el presente, el conocimiento es esencial. Para el futuro, aprender es la clave.


¿Por qué podría ser más importante aprender que saber? La primera razón es obvia: solo sabes algo si antes lo aprendiste. No hay conocimiento sin aprendizaje previo. La segunda razón pasa más desapercibida: El conocimiento tiene fecha de caducidad. Tarde o temprano, lo que sabes va perdiendo vigencia. Recuerden los casos de Blackberry o Kodak. Ambas empresas disfrutaron de un saber (conocimiento) que les permitió liderar sus mercados ejerciendo un dominio aplastante. Sin embargo, las dos han desaparecido de la cúspide porque ese saber se estancó, no evolucionó y otros competidores con nuevos conocimientos más avanzados las sobrepasaron.

 

No hay duda de que saber es importante, sobre todo cuando eres el único que sabe y ese saber permanece inalterable. Pero dormirse en los laureles con lo que sabes puede ser letal (COVID 19). El refrán “Pan para hoy y hambre para mañana” lo ilustra a la perfección. Desde el momento en que el mundo cambia a velocidades vertiginosas, puedes estar seguro de que cada vez falta menos para que lo que sabes sea sustituido por otro conocimiento más innovador. En ese caso, la única alternativa posible es aprender.


¿Cómo diferenciar aprendizaje de conocimiento? Aprender es todo lo que haces antes de tener un problema y aprender te exige motivación, sacrificio, constancia, tiempo y mucha práctica.  Gestionar (procurar, buscar) el conocimiento es lo que hacemos cuando tenemos el problema. Si llegado el momento no tenemos conocimiento, no podemos resolver el problema (sobrevivir) y en ese caso morimos. Pero claro, para tener conocimiento, anteriormente hemos tenido que dedicar un colosal esfuerzo a aprender ya que no hay conocimiento sin aprendizaje. El saber solo llega como consecuencia de aprender.

 

Un problema es definido como aquello que se antepone, que obstaculiza, que “problematiza” la consecución de una meta.  Los problemas, por sí mismos, no existen, lo que falta es conocimiento para solucionarlos. Claro que para ello, hay que dedicar un sinfín de horas a aprender, a practicar. Una vez que cuentas con el conocimiento, los problemas pasan a convertirse en tareas que solo te demandan tiempo.  


Cuando enseñaba en la universidad, me gustaba decirle a mis estudiantes que los problemas o se niegan, o se engrandecen, o se enfrentan con el conocimiento.  Aunque dominemos perfectamente la solución de un problema, podemos estar seguros que pronto ese problema va a cambiar, se va a complejizar porque cambiará el entorno, la cultura, la tecnología, etc.  Por lo tanto, lo que sabemos ya no nos servirá. La única manera de adaptarnos y seguir vigentes será aprendiendo cosas nuevas. 


Cambiar es la motivación del que aprende.  Innovar significa aprender, es decir, responder al cambio.  Nada es permanente sino solo el cambio y, por consiguiente, solo el proceso de aprendizaje permanece.  [“Todo cambia, solo el cambio es permanente”, Heráclito de Éfeso.

 

Aprender está íntimamente relacionado con el pasado porque es lo que tuvimos que hacer para acumular saber. Pero también condiciona el futuro porque todo lo que hagamos de ahora en adelante depende de nuestra capacidad para aprender. Aprender, al igual que comer o dormir, es algo que necesitaremos hacer durante toda la vida. El conocimiento, sin embargo, tiene que ver con el presente, es lo que nos permite tomar decisiones y actuar, aquí y ahora. Si nos proyectamos a medio o largo plazo, para nuestros planes de futuro, aprender es más importante que saber.

 

Si aprender es tan importante, entonces resulta imprescindible saber cómo se aprende. Si el proceso de producción de conocimiento se llama aprendizaje, más vale que te conviertas en un experto en el arte de aprender porque tu vida depende de ello. 


Aprender es el mejor ejercicio para el cerebro. La característica que nos hace más humanos es la habilidad de aprender. En el mundo ya se habla  del concepto de “learning agility” (agilidad o flexibilidad para aprender) como la principal cualidad de un profesional del siglo XXI.

lunes, 3 de mayo de 2021

Jesús es La Vid Verdadera

Juan 15:1-8 "Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el labrador. 2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto. 3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. 4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí y yo en él, este lleva mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. 6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, los echan en el fuego y arden. 7 Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho.8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos. 


INTRODUCCIÓN. Jesús es La Vid Verdadera.

¿Qué es una VID?  Es una planta originaria de Asia occidental (del sur del mar Caspio). Los egipcios la cultivaban. Existen esculturas del Imperio Antiguo en las que se representan vides, uvas y prensas, así como la elaboración del vino. La tierra y el clima de Palestina son adecuadas para su cultivo, que fue practicado desde el principio en Canaán. Hay una enorme diferencia entre las plantas escogidas para sersembradas y las silvestres. Las viñas se hallaban, frecuentemente, bien en las cumbres o bien en las laderas de las colinas, en ocasiones descendiendo en terrazas artificiales. Estaba protegida con un vallado o un muro. Se despedregaba el terreno, se erigía una cabaña o una torre para el guardián, y se tallaba un lagar en la roca. Estos antiguos lagares siguen existiendo en gran cantidad en Palestina. De todas las plantas cultivadas, es la vid la que requiere más cuidados. Se dejaba que la vid se extendiera por el suelo, sólo elevando los pámpanos que llevan fruto. En ocasiones se hacia trepar la vid por árboles o bien sobre y entre enrejados. Se cultivaba en particular la uva negra. Se consumía la uva fresca o pasa; elemento muy apreciado de la alimentación, se conservaba también en forma de tortas. Su jugo se bebía fresco o fermentado (i.e., VINO). Las vendimias comenzaban a mediados de septiembre y proseguían hasta octubre, en medio de un ambiente festivo. Las uvas eran pisadas en el lagar para obtener el mosto.

El Señor Jesús, así como vino a ser el verdadero Siervo de Jehová allí donde Israel había fracasado, vino también a ser la vid verdadera. Sus discípulos vienen a ser los pámpanos. No puede haber ningún verdadero fruto en sus vidas excepto en tanto que permanezcan en Él.

Jesús comparándose con una planta, ¡tremendo!  El Rey de la Gloria Eterna, La Estrella de la Mañana, el YO SOY, el Adonai, el Todopoderoso, el Señor, el Alfa y la Omega, comparándose con una sencilla planta.  Wow!  ¡Se acabó el protagonismo, se acabó el abuso de poder, se acabó la opresión, se acabó el maltrato, el abandono, el rechazo!  CRISTO se compara con una planta sencilla.  ¿Habrá alguien más grande que Jesús?  ¿Alguien más poderoso que Jesús? ¿Alguien más sabio que Jesús? ¿Alguien más pudiente que Jesús?  Y si ÉL se compara con una sencilla planta, ¿Por qué nos atrevemos nosotros a creernos mejores que los demás, más grandes que DIOS?  

Si Jesús se compara con una planta, a nosotros se nos compara con las ramitas (pámpanos) que llevamos el fruto.  ¡Ojo!  Debemos aprender de Jesús y de las madres que se dejan usar por DIOS para educar a sus hijos e hijas en el temor del Señor.  

Esa planta nos es cualquier planta, es una planta PLANTADA, (mejor dijío,) SEMBRADA por DIOS (“El Labrador.”)  ¡Brutal!  DIOS comparándose con un labrador, un sembrador, un agricultor.  Wow! Lo que DIOS planta, fructifica, ¿Amén? ¡Amén!  No se deje engañar.  Lo que DIOS siembra, crece, florece y fructifica, abundantemente!  ¿Amén? ¡Amén!  Es más, si no fructifica como ÉL espera, nos poda, nos corta lo que pesa, nos quita el peso extra y nos abona, nos nutre, nos aguanta, hasta que demos frutos.  ¡Porque fuimos creados para llevar fruto abundante!  ¿Amén?  Madres: ustedes ¿Qué dicen?  ¿Amén?  ¡Amén!

La Gracia de DIOS nos da poder en nuestras vidas para tener, desarrollar y cultivar una relación estrecha, íntima con DIOS.  En la ilustración de la vid y los pámpanos, Jesús nos enseña el tipo de relación que DIOS, a través del Espíritu Santo, quiere tener con nosotros.  No es cuestión de religión, ni ritos, ni ropajes, ni “palabrería” bonita; DIOS quiere tener con nosotros una relación tan estrecha, tan íntima, que sin ÉL no podemos llevar fruto, no podemos vivir.  Una relación de buen Padre con sus hijos.  “Mi Padre es el labrador…”  DIOS quiere usarnos con poder para bendecir a otros. 

Recuerden: (Isaias 49:15: “Aunque una madre se olvide de sus hijos, YO NO ME OLVIDARE DE TI”, dice el SEÑOR). Aunque nosotros no queremos ser sus hijos, DIOS quiere ser nuestro Padre.  ¡Aleluya!

Recuerden: {S. 1-17 parafrasear}: 1“Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el que la cultiva. 2Si una de mis ramas no da uvas, la corta; pero si da uvas, la poda y la limpia, para que dé más. 3Ustedes ya están limpios por las palabras que les he dicho. 4Sigan unidos a mí, como yo sigo unido a ustedes. Una rama no puede dar uvas de sí misma, si no está unida a la vid; de igual manera, ustedes no pueden dar fruto, si no permanecen unidos a mí.  5“Yo soy la vid, y ustedes son las ramas. El que permanece unido a mí, y yo unido a él, da mucho fruto; pues sin mí no pueden ustedes hacer nada. 6El que no permanece unido a mí, será echado fuera y se secará como las ramas que se recogen y se queman en el fuego. 7“Si ustedes permanecen unidos a mí, y si permanecen fieles a mis enseñanzas, pidan lo que quieran y se les dará. 8En esto se muestra la gloria de mi Padre, en que den mucho fruto y lleguen así a ser verdaderos discípulos míos.”  Luego, Jesús, añade: 12Mi mandamiento es este: Que se amen unos a otros como yo los he amado a ustedes.13El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos. 14Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. 15Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho. 16Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre. 17Esto, pues, es lo que les mando: Que se amen unos a otros.”

Por consiguiente, repito: 7 “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho. 8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis así mis discípulos.”

Entonces, podemos entender que la fe viene primero y que las obras vienen como resultado de esa fe en JESUCRISTO. ¿Amén? ¡Amén!

Para poder amarnos, como se nos ordena por DIOS, tenemos que creerle a DIOS primero.  Luego, por añadidura, por Obra del ESPIRITU SANTO, entonces, y solo entonces, podremos amarnos los unos a los otros, como se nos ordena.  Si, es verdad: ¡CRISTO quiere que demos frutos, por eso nos poda, nos limpia, aunque duela!  Lo que DIOS quiere sacar de nosotros es Vino Fino, Fruto Agradable, Fe que sacie, que alivie, que sane, que aliente, Fe que supla, que bendiga a los demás. ¿Amén? ¡Amén!

LLAMADO.  En una pequeña Iglesia en un puerto marítimo de los EU, poco visitada por los turistas, hay una escultura que es encantadora. Es una escultura de un pelícano que se picotea su pecho para dar de comer a sus poyuelos de su propia sangre, pues el alimento escasea. Es la misma imagen de CRISTO que se da a nosotros para que podamos ser fieles a nuestra vocación de siervos y siervas del CRISTO de los pobres, de los ricos, de los deambulantes y de los que viven en mansiones.  En una sociedad en donde el alimento espiritual escasea, en un mundo confundido con valores monetarios, esa visión de servicio, de entrega no se nos ofrece ni en la televisión ni en los escaparates de las megatiendas.  

Pero, ¡Pancho!, DIOS  es eminente y nadie mejor que ÉL ha podido tener una idea semejante, darse a sí mismo alimento para que en ningún momento pasemos hambre.  Ya no vale decir como Elías cuando iba por el desierto: “me sentaré aquí y me atormentaré hasta que me llegue la muerte”. No tenemos excusa, CRISTO no se mueve, no se quita, no se arrepiente, no se “enfogona,” sino que, como una amorosa madre, permanece quieto para que en cada momento vayamos a unirnos con Él, vayamos a tomar fuerzas para la jornada.
En la Biblia aprendemos que la vid era una ilustración del pueblo de Israel; Dios esperaba que su vid le diera excelentes uvas, pero en cambio le dio uvas agrias. El pasaje de Isaías Cap. 5 nos narra de una manera incomparable a través de una preciosa ilustración cómo Dios esperaba que su pueblo, recipiente de tantas gloriosas bendiciones, fuera una fuente de bendición para todo el mundo, pero se convirtió en un pueblo peor que los vecinos paganos. 

JESUCRISTO tomó el privilegio de ser la vid verdadera, privilegio que el pueblo de Israel rechazó, y a sus “pámpanos” (todos los creyentes, discípulos de JESUCRISTO) CRISTO nos ha dado el privilegio de ser pámpanos de EL. 

Un pámpano no sirve para hacer muebles, ni siquiera para hacer una estaca. Sólo puede desempeñar dos funciones: O da fruto cuyos racimos pesan más que la misma vid, o no da fruto y entonces sirve como combustible para el fuego. (v. 6). El Señor Jesucristo está ilustrando a través de este ejemplo de la vid que así como el pámpano no puede dar fruto si no está unido a la vid, así tampoco los cristianos podemos dar fruto si no estamos en comunión con el Señor Jesucristo. Somos elegidos por el Señor para llevar mucho fruto. ¿Amén? 

 

viernes, 16 de abril de 2021

El Eje Transversal de los Valores

El eje transversal de los valores en el currículo y vida de las instituciones educativas cristianas contempla las dimensiones o valores básicos para la vida y la convivencia: respeto por la vida, libertad, solidaridad, convivencia, honestidad, identidad cristiana y perseverancia; los cuales, de hecho, deben cultivarse y reforzarse diariamente en todos los procesos de aprendizaje, administración y vida comunitaria de manera interdisciplinaria y contextualizada.


Dicho de otro modo, el eje transversal de los valores, en el marco de la planificación académica implica un compromiso de docentes (educadores y educandos) y de toda la comunidad educativa para convertir el aprendizaje en un proceso ejemplar, local, global, sistemático y profundamente cristiano; es decir, un proceso que favorezca el despertar de un nuevo tipo de persona, cada vez más libre, consciente, sensitiva, crítica, creadora e innovadora, al modelo de Jesús, como requerimiento para la formación integral y pleno desarrollo de la personalidad.


Se plantea la necesidad de integrar y desarrollar dichos valores para la intervención docente (“enseñanza”), dentro de las programaciones de las áreas académicas e integración de contenidos en la perspectiva de exteriorización de las actitudes y, educación moral, en coherencia con los valores a educar; potenciando con el aprender a conocer y a hacer, la inteligencia analítica y con el aprender a convivir y ser, la inteligencia emocional, empleando como puente las diferentes áreas académicas permeadas por el eje transversal de los valores.  Recordemos la exhortación paulina: “No os conforméis con los criterios de este siglo, sino mas bien, transformaos mediante la renovación de vuestro entendimiento para que comprobemos cual es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2).

domingo, 4 de abril de 2021

El Covid-19 y La Resurrección de Jesucristo

Texto Bíblico

LUCAS 24:13-35 (BLS)

Dos de los seguidores de Jesús iban a Emaús, un pueblo a once kilómetros de Jerusalén.  Mientras conversaban de todo lo que había pasado,  Jesús se les acercó y empezó a caminar con ellos,  pero ellos no lo reconocieron.  Jesús les preguntó: “¿De qué están hablando por el camino?”  Los dos hombres se detuvieron; sus caras se veían tristes, y uno de ellos, llamado Cleofás, le dijo a Jesús: “¿Eres tú el único en Jerusalén que no se ha dado cuenta de lo que ha pasado en estos días?”  Jesús preguntó: “¿Qué ha pasado?” Ellos le respondieron: “¡Lo que le han hecho a Jesús, el profeta de Nazaret! Para Dios y para la gente, Jesús hablaba y actuaba con mucho poder.  Pero los sacerdotes principales y nuestros líderes lograron que los romanos lo mataran clavándolo en una cruz.  Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Pero ya hace tres días que murió.  Esta mañana, algunas de las mujeres de nuestro grupo nos dieron un gran susto.  Ellas fueron muy temprano a la tumba y nos dijeron que no encontraron el cuerpo de Jesús.  También nos contaron que unos ángeles se les aparecieron y les dijeron que Jesús está vivo.  Algunos hombres del grupo fueron a la tumba y encontraron todo tal como las mujeres habían dicho. Pero ellos tampoco vieron a Jesús.”  Jesús les dijo: “¿Tan tontos son ustedes que no pueden entender? ¿Por qué son tan lentos para creer todo lo que enseñaron los profetas?  ¿No sabían ustedes que el Mesías tenía que sufrir antes de subir al cielo para reinar?”  Luego Jesús les explicó todo lo que la Biblia decía acerca de él.  Empezó con los libros de la ley de Moisés y siguió con los libros de los profetas.  Cuando se acercaron al pueblo de Emaús, Jesús se despidió de ellos.  Pero los dos hombres insistieron: “¡Quédate con nosotros! Ya es muy tarde, y pronto el camino estará oscuro.”  Jesús se fue a la casa con ellos.  Cuando se sentaron a comer, Jesús tomó el pan, dio gracias a Dios, lo partió y se lo dio a ellos.  Entonces los dos discípulos pudieron reconocerlo, pero Jesús desapareció.  Los dos se dijeron: “¿No es verdad que cuando él nos hablaba en el camino y nos explicaba la Biblia, sentíamos como fuego que ardía en nuestros corazones?”  En ese mismo momento, regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los once apóstoles junto con los otros miembros del grupo.  Los que estaban allí les dijeron: “¡Jesús resucitó! ¡Se le apareció a Pedro!”  Los dos discípulos contaron a los del grupo todo lo que había pasado en el camino a Emaús, y cómo reconocieron que era Jesús cuando partió el pan.

 

INTRODUCCION
¿Cuántos de nosotros vivimos atemorizados, aterrorizados por la Pandemia del Siglo 21? Hemos visto muchas amistades, familiares, desconocidos morir por causa de este virus, Covid-19.  Las expectativas no son alentadoras. Salen nuevas variantes, las comunidades no se protegen y el desenfreno por salir nos agobia. No estamos preparados para vivir una nueva realidad, la representada por la mascarilla y el distanciamiento social. Queremos regresar a "la normalidad" lo antes posible.  ¿Qué representa la resurrección de Jesucristo para un mundo que se debate con el Corona Virus?  ¿Tendrá este evento algo que ver con nuestra realidad a 21 siglos de distancia?  Veamos algunas colindancias.

Nosotros(as) y Los Caminantes a Emaús

1.                    Nosotros(as) nos hemos sentido muchas veces cansados, derrotados, desanimados, atribulados. Hemos deseado ver a JESÚS. Hemos deseado encontrarnos con JESÚS. Los Caminantes a Emaús se regresaban a su casa derrotados, con sentimientos de desánimo. Expectativa, derrota, cansancio, temor, quemazón espiritual, cansancio, carga.  ¿Cómo nos sentimos hoy?

2.                    A veces hay gran interés por encontrarnos con JESÚS. Hay festivales, celebraciones especiales, semanas especiales, eventos extraordinarios; inclusive momentos difíciles en los cuales no encontramos explicación, ni solución y miramos al “cielo” buscando a DIOS. Los caminantes huían de la persecución segura que se avecinaba en Jerusalén. ¿Cuál será nuestro interés hoy? ¿Cuál será nuestra necesidad hoy? ¿Será JESÚS?  ¿Es injusto preguntar esto?  ¿Dónde está nuestro corazón?  Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.  Nadie puede servir a dos señores.” (Lucas 12:34.)  ¿Estamos cansados del camino?  ¿Estaremos muy cargados con “nuestras cargas” y las ajenas?  ¿Cuál es nuestra expectativa delante de DIOS hoy? ¡Seamos sinceros y sinceras!

3.                     Nosotros(as) tenemos que reconocer nuestro pecado y confesarlo a JESÚS. Tenemos que mostrarnos al CRISTO resucitado y reconocer que no hemos hecho todo lo que teníamos que hacer. Los caminantes interpelaron a JESÚS, cuestionándole su falta de conocimiento. Nosotros(as) debemos ser sinceros(as.) Debemos confesar nuestro pecado y retribuir con bien, el mal que hayamos hecho a los demás.  Los discípulos estaban tan ensimismados con sus quebrantos, temores, cargas y ansiedades que no pudieron reconocer Quién era aquel hombre que se les había unido en el camino.  ¿Nos pasará a nosotros como a los caminantes a Emaús?  ¿Estarán nuestros ojos vedados o abiertos para reconocer a JESÚS en el Camino?  JESÚS nos invita a caminar con Él.

4.                    Nosotros(as) nos hemos sentido despreciados por nuestra comunidad en muchas ocasiones. Muchas personas se sienten que nadie las toma en cuenta. Hay personas que sienten el abandono que sintió JESÚS en la Cruz. Los caminantes eran perseguidos por ser discípulos de JESÚS. Se sentían abandonados: “...hace ya tres días que murió y todavía nada.” ¿Cuántas veces nos hemos sentido como Mefiboset (hijo de Jonathan llamado por David al palacio, pero que se sentía “despreciado como perro”)?  ¿Cuántas veces nos hemos sentido perseguidos, angustiados, cansados de hacer el bien y seguir a JESÚS?  ¿Cuántas veces nos hemos sentido cansados de esperar en DIOS, desesperados porque no llega la respuesta que estamos esperando?  Cleofas y el discípulo desconocido sentían la angustia que nosotros hemos sentido. 

5.                    Pero, apareció JESÚS. El que cambia “la realidad” de nuestras vidas es JESÚS. El que transforma los acontecimientos, es JESÚS. Cuando JESÚS aparece en escena, TODO cambia. ¡Aleluya! ¿Estamos listos para dejarle “aparecer” en escena hoy en nuestro teatro de vida?  Él nunca llega tarde, ni se va con prisa.

¿Para qué resucitó JESÚS?

1.                    ¿Para qué resucitó JESÚS? Para cambiarlo TODO. Para ti y para mí. Para todos los que creen, CRISTO resucitó con un propósito divino: crear una comunidad de fe, unida, que viviera en mutualidad con el Señor y entre ellos mismos.  Una comunidad que ofreciera testimonio vivo de la Paz.  Una comunidad que se atreviera a cantar: ¡Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía! Decirle al mundo que ¡Allí envía Jehová Bendición y Vida Eterna!

2.                    Cleofas y el discípulo desconocido recibieron a JESÚS en su casa.  ¡Hummm!  ¡¿Hello?!  ¿Somebody home?  ¿Alguien dice Amén?  Dice JESÚS: Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo.”  JESÚS nos invita a cenar con ÉL, en nuestros corazones.  ¡Que tremendo este JESÚS, verdad!  En el caso de los discípulos, JESÚS hizo como que se iba, que iba a seguir, PERO, los discípulos le dijeron: “quédate un ratito más, mira que ya es de noche.”  Y, compartieron con ÉL el pan.  Al compartir el pan, algo sobrenatural se operó en el Cielo y el Trono de DIOS se conmovió, y sus ojos fueron abiertos.  ¿Tendremos algo que aprender de esto nosotros hoy? ¡Quédate un poquito más, JESÚS! ¿Amén?

3.                    El impacto de “cenar” con JESÚS produce un cambio excepcional sobre nuestras vidas: cambia nuestra manera de pensar y de actuar, de sentir y de expresar.  ENTONCES, se recibe el llamamiento a ser portadores y portavoces de la Gracia de DIOS. JESÚS dijo: “Yo he venido a buscar y a salvar a los que viven alejados de DIOS.” 

4.                    Cristo nos comisionó para que se predicase el Evangelio del arrepentimiento y perdón de pecados en todas las naciones.  ¿Cómo hubiésemos podido predicar el Evangelio, Las Buenas Noticias de Salvación, si el Autor de la Vida, de la Salvación y del Perdón hubiese quedado en la tumba fría?  ¡Imposible!

5.                    Jesús dijo: “Yo soy la Puerta, el que por mí entrare será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” (Jn. 10:10)  Jesús es el Buen Pastor, la Puerta de la Salvación.  ¿Cómo hubiésemos podido mostrar una puerta abierta e invitar a la gente a entrar, si Jesús se hubiese quedado en el “mas allá”?  ¡Imposible!  ¿Invitar a la humanidad a entrar, ser salvos y hallar pastos verdes, si Jesús hubiese permanecido en la tumba y la última palabra hubiese sido “muerte”?  ¡Imposible!

6.                    Jesús dijo: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir, [pero] yo he venido para que tengan vida y para que la tengan en abundancia.” (Jn. 10:11)  ¿Cómo podríamos creerle a Jesús, si EL no tuviese vida sino muerte que ofrecernos? ¡Imposible!  En Cristo hay vida y vida en abundancia. ¡Para eso resucitó JESÚS!

7.                    Jesús es el Cordero de DIOS que quita el pecado del mundo (Jn. 1:29).  ¿Cómo podríamos aceptar el perdón para nuestros pecados, si el Cordero de DIOS, que fue inmolado quedó preso del fuego y de la muerte?  ¡Imposible!  Su Sangre fue derramada por nuestros pecados, para el perdón de nuestros pecados.  Pero Jesús tenía que resucitar y vencer la muerte y vencer el pecado, porque si así no hubiese sido, entonces sería imposible recibir el perdón por nuestros pecados.  Así que les invito, con las palabras del Apóstol Pedro: “arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de consuelo.”  Ciertamente, Cristo murió por nuestros pecados.  No se les olvide jamás.  No se hagan de ilusiones.  Fue por nuestras culpas y rebeliones, y pecados y ofensas y faltas y deudas, y por nuestra incredulidad y nuestra idolatría, y nuestra bajeza que Cristo murió en una cruenta cruz. Pero nadie lo obligó, ÉL fue voluntariamente... porque nos amó hasta el final.  DIOS resucitó a Cristo para hacernos conscientes de que podemos encontrar perdón y salvación en ÉL.  Rendirse a Jesús, arrepintiéndose de sus pecados y aceptando el perdón que nos ofrece Jesús, el que venció la muerte y la maldad, es la única esperanza y salvación que le queda al ser humano.  Desde la cruz vacía, desde la tumba vacía, nos llama Jesús a reconciliarnos con DIOS.

8.                    ¿Para qué resucitó Jesús?  Porque no se puede buscar al que vive entre los muertos: ¡No está allí, resucitó, ÉL VIVE!  No pierdas tu tiempo y recursos consultando muertos.  En el mundo, lo que vamos a encontrar es mentira y falsedad, corrupción y violencia, pecado y muerte.  Vengamos a Jesús, el que vive, para encontrar VIDA en abundancia.  Es la única manera de regresar a casa con Papá; es la única manera de cenar con JESÚS, es la única manera de vivir vidas consagradas a SU PRESENCIA.

LLAMADO: ¿CUÁL SERÁ NUESTRA RESPUESTA?

¿Y tu, mi hermano y hermana, te haz sentido alejado de DIOS y sin salvación para tu vida?  JESÚS está aquí hoy para ti.  El eterno caminante, peregrino maravilloso, está pasando por aquí porque quiere encontrar a alguien que lo necesita para invitarlo a cenar en su casa.  ¿Quieres invitarlo a cenar tu,  contigo, para que se quede?  “Yo quiero, es lo único que tienes que decir: ¡YO QUIERO, JESÚS!   JESÚS dijo: Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. 21 Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. 22 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”  (Apoc. 3:20-21)  ¿Hay alguien con los oídos abiertos hoy?  ¿Queda alguien que pueda escuchar Su Voz llamándonos hoy? 

La resurrección de Jesucristo ocurrió para que podamos lidiar con cualquier realidad existencial.

lunes, 15 de febrero de 2021

Un Gesto Amoroso

Comenzando el Siglo 21 yo fui nombrado Pastor de la Iglesia Metodista “Obispo Fred Pierce Corson” en la ciudad de Ponce (2001), en la costa sur de Puerto Rico.  Ponce era una Ciudad Señorial, con un caudal de aportaciones a la cultura de Puerto Rico que incluía aportaciones importantes a la música, las artes, la política, la historia. Era una ciudad muy bien cuidada, con hermosos parques, museos, teatros, comunidades e importantes universidades. 

 

En aquel entonces a los pastores metodistas se les asignaba y proveía de una residencia segura y adecuada al ser nombrados a una iglesia local.  La iglesia a la cual me habían nombrado tenía la Casa Pastoral inmediatamente al lado del estacionamiento del templo. Era una casa amplia y muy bien ubicada.  Centros comerciales, supermercados, parques, escuelas, universidades y carreteras importantes quedaban cerca de la casa.


Cuando se cumplió el tiempo de mudarme con parte de mi familia a Ponce, la casa pastoral no estaba lista para ser ocupada por nosotros todavía.  La estaban pintando, arreglando y equipando para recibirnos.


¿Qué haremos ahora?, me pregunté a mi mismo.  Yo terminaba mi estadía como Director de Planificación en el Seminario Evangélico de Puerto Rico y como Decano de la Escuela Teológica Pastoral de la Iglesia Metodista de Puerto Rico.  Llegaríamos a Ponce sin tener donde alojarnos.  Pero, si Dios cuida de las aves, cuidará también de mi, pensé.  


Resulta que una Pastora del área sur (Guayanilla), quien residía en Ponce con su hija y que estudiaba en la Escuela Teológica Pastoral, me ofreció su apartamento en Ponce.  Era el noveno piso de un edificio en el centro de la ciudad. La Pastora tomó sus cosas personales, subió a su hija en su carro y se fue a quedar con una tía que vivía en la misma ciudad.   Entonces me dijo: “Pastor, aquí se pueden quedar hasta que esté lista su casa pastoral.”  


¡Que gesto tan hermoso!, pensé.  Allí estuvimos un par de meses hasta que la Iglesia terminó los arreglos de la casa pastoral. Aquel gestó quedó grabado en el corazón de nuestra familia para siempre.  Aquella Pastora se convirtió en el “ángel guardian” de mi familia y nos ayudaría en multiples ocasiones.


Fueron muchas las veces que aquella amistad se fundió en actos de bondad y generosidad entre las dos familias.  A mi me fue concedida la bendición de oficiar la ceremonia del casamiento de la Pastora con un destacado laico de la iglesia en Guayanilla.  La hija de la Pastora, quien cantaba y participaba activamente de las actividades de la Iglesia Metodista “Obispo Corson,” se convirtió en una hija mas de la familia pastoral.  


Años  después, al yo salir de Ponce para servir en Florida, aquella Pastora fue nombrada Pastora en la Iglesia Metodista “Obispo Corson”, iglesia en la cual ella había crecido y servido como Ministro Diaconal y Candidata al Ministerio Ordenado.  Dios me concedió el privilegio de verla recibir sus Órdenes como Presbítera de la Iglesia Metodista de Puerto Rico.  


Guardo gran admiración y cariño por la Reverenda Neida Soto Echevarría.  No solo por hospedarnos, sino porque a través de los años se mantuvo cercana, servicial y cariñosa con toda mi familia.  Gracias, Pastora.   


Fueron muchos los gestos amorosos que recibí como Pastor en Ponce.  Son incontables por ser tan numerosos.  Desde el gesto de esta amada Pastora, hasta los que continué recibiendo aun después de mudarme fuera de Puerto Rico y al regresar y jubilarme del pastorado activo.  No los olvido.  Aunque solo serví ocho (8) años en Ponce, puedo decir que todavía continúo recibiendo distintas manifestaciones del cariño, aprecio y amor que conocí en Ponce. A todos y todas, gracias.


Algún día podré escribir sobre estos gestos de amor.  

jueves, 4 de febrero de 2021

Acompañamiento

Para cuando yo fui Pastor en la Iglesia Metodista “Juan Wesley” en Arecibo, el templo no tenía aire acondicionado.  Arecibo es una ciudad en la costa norte de Puerto Rico y, a la hora de celebrar actividades en el templo, era necesario abrir todas las ventanas y puertas para tener un poco de alivio.  El edificio de cemento acumulaba mucho calor durante el día y se sentía bastante caluroso por la noche.  


Al quedar frente a la carretera principal, el templo quedaba expuesto y era costumbre dejar prendidas las luces del exterior como medida de seguridad.  Por esta razón, las bombillas habían que cambiarlas con cierta frecuencia.


Yo había notado que a la hora de cerrar el templo, todo el mundo se iba y me quedaba yo solo para guardar el vehículo (van) de la iglesia, apagar luces, apagar equipos de sonido y cerrar, literalmente, diecinueve (19) ventanas, unas cuantas puertas, rejas y cerrar candados.  También había que cotejar las cerca de 12 lámparas que iluminaban el exterior del templo.  Habían que abrir, sacar la bombilla y colocar la nueva.  Este trabajo le tocaba al Pastor, quien notaba cuando amanecían algunas bombillas apagadas.   


Cansado de estas dinámicas, le pedí ayuda a los jóvenes.  Recuerdo que el presidente de los jóvenes fue el único quien junto a su novia respondieron a mi pedido inmediatamente.  Ambos pasaron todo el próximo día conmigo cambiando bombillas, arreglando muebles de la Escuela Bíblica, pintando y preparando las facilidades para recibir a la Iglesia el próximo domingo.  También exhortaron a los jóvenes para que me ayudaran a cerrar ventanas después de los cultos y reuniones.


Esa pareja de jóvenes se convirtió en mis ayudantes especiales.  Fueron muy amables y amorosos conmigo.   Les tomé mucho cariño.  El presidente de los jóvenes era también hijo de uno de los lideres de la iglesia (quien también era miembro de la Policía de PR) y parte de una familia numerosa y fiel a la Iglesia.


Una noche del mes de octubre, mientras el joven regresaba a su casa sufrió un accidente de auto muy cerca de su hogar.  Recuerdo que recibí una llamada del padre, pasadas las 12 de la medianoche, informándome que su hijo había tenido un accidente grave y que estaba en el hospital.  Me levanté, me vestí y salí hacia el hospital inmediatamente.  


Al llegar al hospital, entré por la Sala de Emergencias y observé el cuadro mas desgarrador que padre alguno podría observar.  Había sangre por todos lados y una herida abierta en la cabeza del joven.  Después de un rato llegaron muchos miembros de la familia y como a las 5 de la madrugada se elevaba un helicóptero ambulancia que llevaría al joven herido a la Sala de Traumas del Centro Médico en San Juan.  Junto al joven iba su padre.  El resto de la familia iría en vehículos privados en la misma dirección.  


Yo me quedé en el estacionamiento abierto del hospital observando el helicóptero que se llevaba a aquel amado hijo.  Su nombre también era Juan, como mi hijo y había nacido el mismo día que mi hijo.  Así que pensé en él y lloré profusamente.


Aquel joven, apodado “Gordo” (aunque era flaco), querido por todo el mundo, estuvo hospitalizado por 4 meses hasta que, finalmente, el 7 de febrero, falleció.  Durante esos meses le visitábamos frecuentemente y no fueron pocas las veces que pensamos que iba a despertar de la coma y recuperar su salud.  Los traumas recibidos fueron muchos y profundos y el daño fue irreparable.  


Durante ese período de tiempo hicimos gestiones para trasladarlo a EEUU a recibir tratamiento pero no fue posible.  También hicimos planes para realizar un radio maratón con Raymond Arrieta y un grupo de artistas para recaudar fondos para su traslado, pero unas semanas antes de la actividad, Juan “Gordo”, partió a su morada eternal.


El funeral de este amado joven fue algo impresionante.  Por primera vez, la carretera principal (#129) que lleva de Arecibo a Lares, hubo que cerrarla. La cantidad de personas, Policías, miembros de las iglesias y la familia, fue extraordinaria.  No puedo describir con palabras lo que sentimos durante el velatorio que se celebró en el mismo templo que Juan había cuidado tanto.  


Luego de su sepelio vino la fase del juicio en contra del conductor que había impactado el vehículo de Juan en la carretera #2 y que le había causado la muerte.  Según los informes de la Policía, el conductor venía a gran velocidad e impactó de frente el vehículo en donde viaja Juan.  El conductor que venia del Este hacia el Oeste hizo un viraje a la izquierda (Sur) sin tener el debido cuidado del vehículo que venia de frente.  Al impactar el vehículo que conducía Juan el golpe fue recibido en el lado izquierdo del conductor causándole graves heridas en el lado izquierdo de la cabeza y cuerpo de Juan.


Concurrí, junto con la familia de Juan, a todas las vistas, a la selección del jurado y al juicio que se celebró en el Tribunal de Justicia de Arecibo.  Finalizado este proceso, el jurado decidió que el acusado no era culpable de los cargos imputados y el individuo regresó a su casa, a su familia.  Nosotros nos quedamos llorando en el Tribunal.  No podíamos creer lo que había acontecido.  Fue muy difícil y triste.  


Posteriormente, la Asamblea Municipal de Arecibo decidió nombrar la calle en donde vivía Juan con su mamá con su nombre: “Calle Juan A. Camacho Martinez”.  Estuve presente en la dedicación y colocación del rótulo de la calle.  Fue un honor póstumo muy agradecido por la familia.


Mi relación con la familia de Juan todavía continúa hoy mientras escribo en medio de lágrimas este relato.  Descansa en paz, Juan A. Camacho-Martínez, “Gordo”.  Amén.